Paula tenía dos puzzles del cuerpo humano cuyas piezas se mezclaron cuando se cayeron al suelo. Su hermano le pidió que encontrara todas las piezas y las clasificara en las cajas correspondientes. Paula encontró piezas como corazones, bocas, ojos, brazos, manos y pulmones debajo de muebles y en otros lugares, hasta completar ambos puzzles con la ayuda de su hermano.