Los seres humanos son altamente sensibles a la publicidad debido principalmente a dos factores: la asociación y la imitación. La asociación hace que nuestros hábitos y deseos sean moldeables por las campañas publicitarias que vinculan productos con estilos de vida positivos. Además, tendemos a imitar los gustos y opiniones de otros, por lo que la publicidad puede influirnos al mostrar que otros han adoptado cierto producto.