Este documento es la narración en primera persona de un perro llamado Aluvión que está siendo asesinado por su dueño. Aluvión recuerda su vida junto a su dueño y cómo lo ayudó en momentos difíciles. Sin embargo, ahora que Aluvión es viejo y no puede trabajar, su dueño lo engaña para llevarlo a un lugar solitario y lo mata golpeándolo con un hierro. A pesar del dolor, Aluvión perdona a su dueño y le desea lo mejor, aunque no entiende la
1. <ALUVION>: REFLEXIONES DE UN MORIBUNDO…
Soy un perro de 10 años, edad equivalente a 80 en los Humanos, y me llaman “Aluvión”
porque mientras la lluvia inundaba Lontué, allá en el año 86, con mis ladridos
desesperados logré alertar a mi Amo del mar de agua y lodo que se avalanzaba contra
nuestro pueblo, destruyendo casas y vidas.
Tras ese momento –yo era un cachorro-, fui considerado un héroe. Aunque los canes
no tenemos sentimientos de vanidad ni de orgullo: mi corazón se sentía henchido de
alegría por lograr que mi Amo salvara de morir en el agua a su hijito y a su esposa.
Amo: siempre he estado a tu lado para compartir tus alegrías …y la desesperación que
casi te lleva al suicidio al quedar cesante y no tener dinero ¡ni siquiera para comprar
leche para tu guaguita…!
Cazando conejos y liebres para tu comida, demostré ser el más rápido de todos mis
hermanos de raza, cualidad que te permitió ganar dinero semanalmente en el
canódromo en el cual me hacías correr. ¡Qué feliz fui cuando me acariciaste la cabeza y
me dijiste “Aluvión, gracias a la rapidez de tus patas logré comprar la casa y ahora esta
camioneta para mi nuevo trabajo…!”
He sido el compañero favorito de tus hijos y su paño de lágrimas cuando por pequeñas
travesuras los has disciplinado a golpes. Pero el tiempo pasa y se lleva la juventud y la
energía física del cuerpo. Con los años dejé de ganar en las carreras y hace poco,
¡descubrí con espanto que no podía alcanzar liebres…!
Ahora que estoy lento, torpe y enfermo de soledad, me miras con rabia. Cuando el
hambre me hace suplicarte comida, con un improperio y un puntapié me recuerdas que
soy …un estorbo.
Hoy, sin embargo fue un día distinto: me dijiste que haríamos un paseo muy largo al río
Lontué. Estoy feliz ¡mi Amo me quiere y comparte el inmenso amor que siento por él,
los niños y su esposa…!
Pero, ¡qué extraño paseo…! Mi Amo lleva un fierro en su mano derecha y no me habla
ni me mira a los ojos cuando intento demostrarle mi afecto con saltos y ladridos.
………
Confiando en ti, pues los Humanos son seres con sentimientos, he subido feliz a “mi”
camioneta. Si recibí castigos e insultos en vez de comida, los olvidé sin rencor ¡quizá
te afectaron circunstancias que no soy capaz de entender…!
Siempre seguro a tu lado, no presentí el golpe que me darías en la cabeza. Mi vista se
nubla de improviso, y a través de un velo rojo percibo la cara de quien más he querido:
el Amo que una y otra vez me descarga fierrazos…
2. Siento la piel rota, manos y piernas quebradas y el gusto agridulce de la sangre que
inunda mi boca, salpica y mancha tu ropa. Amo: mis aullidos de dolor ¿no llegan a tu
corazón…?
Con engaño me trajiste a este lugar desolado para asesinarme, lejos de las miradas y
de las conciencias. Sin embargo, nada te reprocharé. Siempre te he perdonado de
corazón. En mis últimos estertores de vida, ¡…deseo para ti lo mejor!
Amo, más que el dolor, me doblega la tristeza: fuiste creado a imagen y semejanza del
Hacedor ¿para qué…? Si los humanos son seres pensantes ¿cómo entender tu mente
ajena a los sentimientos más elementales?; ¿cómo entender que en tu esposa sólo
veas un ser que te sirve y no una compañera con la cual compartir amor y penas,
dichas y sinsabores?; ¿cómo entender que sientas celos contra tus hijos y los
consideres rivales?; ¿cómo entender que hayas abandonado a tus padres en un asilo
para disfrutar de sus pocos bienes, si igual te correspondían a ti… ¡bastaba esperar el
poco tiempo que les quedó…!; ¿cómo entender que diariamente experimentes los
peores sentimientos de odio y envidia contra quienes te rodean…?
La carne o materia es un mero vehículo que permite la manifestación del Espíritu, pues
la vida es energía y la energía no se pierde, sólo se transforma. Estoy volviendo a la
Nada, al Éter común del cual todos provenimos. Mientras mi cuerpo sufriente se
desangra, libera mi alma que vagará hasta evolucionar, pero, …me asaltan dudas
atroces. ¿He de evolucionar a humano? Perdona Amo, pero tras conocerte, prefiero el
destino de seguir siendo “animal inferior”!. ¡Espero no llegar nunca a ser “humano”
…como tú!
Amo, ya en armonía con el Universo puedo “ver” desde otra perspectiva. El dolor físico
disminuye mientras más se acerca la Gran Sombra, …pero aumenta la angustia de
pensar en quienes tanto se ha querido. …Y a ti te quiero infinitamente. En segundos
compareceré ante el Supremo Artífice que nos Creó a ambos, ¡ante El intentaré
disculparte…! ¡agradeceré tus sobras de comida que eran mi alimento y las escasas
caricias que me brindaste…!
Los humanos tiemblan al pensar en la muerte ¿ …será porque nunca llegan a disfrutar
las delicias que otorga una vida exenta de odio, vanidad y avaricia. Creo que fui feliz
contigo, …hasta que tu amistad se marchitó, cuando no te pude aportar dinero
¡No es tu culpa ser un cacharro deforme, …si en ti, el Mal Alfarero usó la peor greda!
“¡Señor… en ofrenda a Tu Poder, …acepta por mi Amo esta sangre que enrojece las
piedras!, Perdona su maldad: ¡…él sufre más que yo!. …El no eligió el estigma que Tu
le diste de ser <homo sapiens>. ¡Otórgale más y más riquezas materiales que son su
único objetivo de vida, pero, …hazlo cambiar! …Por favor, ¡<…humanízalo>!”
DAGOBERTO RAMIREZ ALARCON, Otoño del 2.007
(Entre otros, publicado en el Boletín Distrital del Club de Leones y en “El Despertar de Lontué)