Un proyecto de investigación europeo estudia los puntos débiles de los sistemas biométricos como el reconocimiento facial y busca formas de hacerlos más seguros, ya que aunque son eficaces también son vulnerables si un intruso usa una máscara o foto. Los investigadores están desarrollando contramedidas como pedir al usuario parpadear o detectar el movimiento facial para distinguir una cara real de una máscara o foto.
2. BIOMETRICA
• El reconocimiento facial puede remplazar a las
contraseñas o passwords como medida de seguridad en
determinados accesos, pero si un intruso utiliza por
ejemplo una máscara, algunos sistemas biométricos
podrían creer que es otra persona y permitirle acceder.
• Los ordenadores dependen de algoritmos complejos
para aprender a reconocer nuestras caras. Sin embargo,
se puede engañar a los sistemas de identificación
biométrica de formas sorprendentemente sencillas. Un
proyecto de investigación europeo estudia los puntos
débiles de los sistemas biométricos y cómo hacerlos más
seguros.
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4. • Un proyecto de investigación europeo estudia
los puntos débiles de los sistemas biométricos y
cómo hacerlos más seguros.
• “Hemos descubierto que los sistemas
biométricos más eficaces a la hora de reconocer
a una persona son también los más
potencialmente vulnerables. Cada vez que se da
un nuevo ataque, hay que desarrollar una
contramedida. Así que aún hay que hacer un
esfuerzo para entender bien por qué los
sistemas biométricos son vulnerables”, explica
Sébastien Marcel, investigador en biométrica de
Ïdiap y coordinador del proyecto Tabula Rasa.
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6. • Las máscaras realistas son el último desafío para los sistemas
de reconocimiento facial. Hasta hace poco los suplantadores
usaban fotos o videos con la cara de otra persona, pero el
software desarrollado por los investigadores ya es capaz de
impedir este tipo de intrusiones.
• Nesli Erdoğmuş, investigadora de reconocimiento facial 3D de
Idiap nos da algunas fórmulas: “Para empezar, están los
guiños. El software puede pedir al usuario que parpadee en un
momento concreto. Eso hace imposible acceder mostrando
simplemente una foto de una persona a la cámara. Otra
contra medida es la detección de movimiento. Una cara
impresa no se mueve de la misma forma que una cara real”.
• Los investigadores están trabajando en otro avance que
analizaría la textura de la piel. Eso permitiría a sus programas
biométricos distinguir una cara real de una máscara realista.