¡…y nos están cerrando el portón!.-
Curiosa presentación que muestra la analogía entre ls técnicas ganaderas respecto del cerdo ibérico con el adoctrinamiento de las personas.....
2. ¡…y nos están cerrando el portón!
Hace ya unos meses, anduve de vacaciones por la
provincia de Zamora, y fui invitado a visitar una finca
propiedad de un paisano donde elaboraban unos
jamones caseros muy afamamados por toda la zona.
3. ¡…y nos están cerrando el portón!
Al pasar por una de las pocilgas, me llamó la atención
la magnífica y extraña raza de una hembra que
amamantaba a una camada de lechones.
Por curiosidad, pregunté de qué raza eran esos cerdos,
al hijo del patrón que me estaba atendiendo.
4. ¡…y nos están cerrando el portón!
- “Son de raza española…” -dijo- “pero espere que llamo
a mi padre, que él le cuenta cómo se consigue esta raza.”
Por la puerta de la cocina apareció D. Nicolás, un
gigante de cabellos blancos que se desplazaba
dificultosamente asistido por un bastón de 3 patas y que
me invitó a sentarme a la mesa del porche donde
reposaba un enorme botellón de aguardiente de no
menos de 60º.
5. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“¿Ud. sabe cómo se cazan los cerdos salvajes del
monte?”, me espetó el paisano sin más trámite,
mientras me servía un vasito chato de ese fortísimo
aguardiente.
- “Bueno, creo que los perros los acorralan y con un
fusil los abaten”, contesté prudentemente,
presintiendo que la historia venía por otro lado y que
el viejo sabía más que yo…
6. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“En este caso, no es así.” -me dijo don Nicolás-, “Y
cuando le diga cómo los cazo yo y cómo los “amanso”,
usted entenderá porque se los llama de raza “española”
y si es un hombre inteligente, podrá sacar además
algunas conclusiones sobre porque nos va como nos
va.”
7. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“En el fondo de la finca, detrás de aquel bosque de álamos y
hasta la orilla del río, hay un monte agreste sin cultivar. En
ese monte abundan las manadas de cerdos salvajes.”
-“Para cazarlos comienzo por buscar un claro sin maleza,
donde tiro unos puñados de maíz en el suelo.”
-“Cuando los cerdos lo descubren, van a comer todos los días,
y yo solo tengo que reponerles diariamente la ración.”
8. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“Una vez acostumbrados, construyo una cerca en uno
de los lados del claro y sigo poniéndoles alimento.”
-“Durante unos días van a desconfiar, pero terminan
por volver.”
-“Entonces hago otra cerca formando una “L” con la
anterior, y les sigo poniendo comida hasta que de
nuevo dejan de desconfiar y regresan a comer.”
9. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“Y así continúo hasta que casi cierro los cuatro lados y
solo dejo sin cerca un espacio para un portón.”,
prosiguió D. Nicolás…
-“Para entonces se han acostumbrado al maíz
fácil, le han perdido el miedo a las cercas y entran y
salen casi con naturalidad…”
10. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“Luego, otro día, coloco el portón, lo dejo abierto y
sigo poniendo maíz, hasta que encuentro la piara
comiendo y entonces cierro la puerta.”
11. ¡…y nos están
cerrando el portón!
-“Al principio empiezan a
correr en círculos como
locos, pero ya están
sometidos. Muy pronto se
tranquilizan y vuelven al
alimento fácil, ya que se
han olvidado de buscarlo
por si mismos, …y es
entonces cuando aceptan
la esclavitud.”
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12. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“Voy a anticiparte las conclusiones” -me dijo don
Nicolás- y prosiguió…
-“Nosotros, los españoles, debemos darnos cuenta que
los gobernantes que tenemos proceden de la misma
manera que yo con los cerdos… ”
13. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“Nos tiran maíz gratis disfrazado de programas de
ayuda, planes sociales, empleos públicos, cargos
políticos, jubilaciones millonarias para esos políticos,
sueldos para liberados y asesores, dinero para los
sindicatos y partidos políticos, leyes proteccionistas,
etc, etc.…”
-“Todo a costa del sacrificio de las libertades que
nos van confiscando migaja a migaja…”
14. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“Y muchos españoles no se dan cuenta que no existe la
comida gratis, y que no es posible que alguien preste un
servicio más barato que el que uno mismo hace.”
-“¿Acaso no ven que toda esa maravillosa “ayuda” que
reparte el gobierno, lo hace con el dinero que el pueblo
le entrega para bien administrarlo, y no para depredar
las libertades y los bienes de la gente que trabaja y que
produce?”
15. ¡…y nos están cerrando el portón!
-“Pero ¿cómo se puede pasar de vivir en un paraíso a
hacerlo en un infierno en pocos años…?”
-“¿Cómo pueden exigirnos sacrificios, si derrochan
nuestro dinero en suntuosos gastos a la vez que se
enriquecen?”
-“¡Sigamos así – sin más -, y que Dios nos ayude
cuando nos cierren el portón!”
16. ¡…y nos están cerrando el portón!
Don Nico apuró de un trago lo que quedaba del cuarto
vasito, me saludó y se fue renqueando por la puerta de
la cocina.
Y yo, mareado por el alcohol, y más aún, trastornado y
apabullado por la verdad, saludé al hijo y me volví
rumiando mi mala leche por el polvoriento camino de
regreso a casa…
17. Así que, piensa bien
cuando vayas a votar…
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O cerrando el
O
portón!
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