El documento presenta la octava estación del Vía Crucis, en la que Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén que lloran su pasión y muerte. Jesús les dice que no lloren por él, sino por ellas mismas y sus hijos, ya que llegará el día en que desearán no haber tenido hijos. La reflexión señala que el pecado es la causa de la pasión de Cristo y el mayor mal, pero que aun así los hombres pecan con facilidad. Se pide a Dios consuelo para quienes lloran algún dol
1. ADORÁMOSTE CRISTO Y TE BENDECIMOS
POR QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE
AL MUNDO
OCTAVA ESTACION
JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
Texto bíblico Lc. 23-27
Lo seguían mucha gente especialmente mujeres que se golpeaban
el pecho y se levantaban por el .Jesús volviéndose asía ellas les dijo
hijas de Jerusalén no lloren por mí, lloren más bien por ustedes
mismas y por sus hijos porque va a llegar el día en que se dirán:
felices las madres sin hijos, felices las madres que no dieron a luz ni
amamantaron .Porque si, así tratan al árbol verde ¿qué harán con el
árbol seco?
Reflexión
Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén tan grande eres que en
estos momentos tan difíciles, te preocupas por cada uno de
nosotros ¿puede haber objeto más digno de llanto que la pasión y
muerte del hijo de Dios?
Sí, hay cosa más digna de lágrimas eternas.
Pues el pecado es la única causa de la pasión, es el origen y el colmo
de todos los males más terrible, el único mal infinito de dios y de la
criatura Y no obstante nosotros pecamos con tanta facilidad y nos
confesamos con tanta frialdad es tan a menudo en el pecado y
pasas intranquilo días, meses, años y hasta la vida eterna en el
pecado
Oración
Te pedimos señor por todas las personas que lloramos
inconsoladamente por algún dolor que nos agobia y no nos deja
vivir en paz
Padre nuestro
2. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga
a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; nonos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
El ave maría
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es
contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María,
Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y
en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al padre
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los
Siglos de los siglos. Amén.