1. -¡QUIERO JUGAR EN EL BARSA!
Recuerdo cuando tenía 12 años, mis padres habían muerto y me encontraba en un
orfanato.
Cuando llegamos a Inglaterra desde México mi país, todo fue muy difícil, mi padre no
conseguía trabajo porque era extranjero y a mí en la escuela siempre me dejaban solo
porque no era ingles.
Mis padres murieron en un accidente cuando iban a trabajar a escondidas a recoger
uva por la noche, así no les tenían que pagar el seguro sus jefes. Me llevaron al
orfanato y allí pude hacer lo que más me gustaba, jugar al futbol. El monitor me llevo
a un equipo del barrio, siempre jugaba y me llevaba bien con mis compañeros, en el
equipo estábamos gente de todos los países, todos nos sentíamos bien. Un día vino a
vernos un ojeador del Liverpool, cuando me dijeron que quería hacerme una prueba
me hizo muy feliz, mi mala suerte había cambiado.
Pase la prueba y fiche por el Liverpool de segunda división, pero otra vez volvían a
dejarme de lado, todos eran ingleses y tenían unas familias con dinero, mis
compañeros no quedaban conmigo e incluso en los entrenamientos me lo ponían
difícil, no querían ponerse de pareja conmigo y muchas cosas más.
Todo aquello ocurría porque yo no era como ellos, el color de mi piel era más oscuro
que el suyo, mi forma de hablar les causaba risa por mi acento latino y mi religión
también era un problema, yo era creyente, me gustaba rezar antes de salir al campo y
ellos no lo entendían y se reían de mí, ellos eran no creyentes, no sé como se dice
protestantes creo, da igual, me dejaban de lado porque no pensaba como ellos.
El equipo iba bien y llegamos a la final, yo no salía casi nunca a jugar, pero aquel día
el delantero se lesiono y solo quedaba yo para ocupar su puesto, cuando salí al campo
jugué como jamás lo había hecho y en un ataque metí el gol de la victoria, quedamos
campeones. Pero aquello no fue lo mejor que paso ese día, lo mejor fue que mis
compañeros me abrazaron y a partir de entonces me trataron de igual a igual.
Seguí jugando y ahora juego en el Barsa, bueno estoy en los reservas pero aquí soy
como los demás, no importa ni mi color, ni mi acento, ni mi religión.
ETHAN