Los factores externos e internos que contribuyen al desarrollo de úlceras por presión incluyen la edad avanzada, la inmovilidad, la incontinencia, la humedad, la fricción de la piel y las superficies ásperas. Las medidas de prevención son mantener la piel limpia y seca, usar colchones especiales, realizar movilizaciones cada dos horas, y tener un adecuado manejo nutricional y farmacológico.