2. Polvos del mismo color de tu
piel (de arroz o que no tapen
los poros).
Rubor.
Pestañina.
Brillo labial.
3. Lava tu cara con
abundante agua y jabón
cosmético. Has énfasis
en la zona "T" (frente y
nariz), pues, ahí se
acumula la mayor
cantidad de grasa
facial
4. Aplica en una esponjita maquilladora un poco de
tus polvos.
Recuerda sacudir la esponjita después de untarla
de polvo pues, no queremos aplicar una gran
cantidad. Comienza pasando la esponjita debajo
de tus ojos de tal modo que cubras las posibles
ojeras. Úntala otra vez de polvo, sacúdela y
pásala por tu frente y mentón. Observa que no
tengas manchas y listo.
5. Con una escobita grueso, utiliza un poco
de rubor. Sólo necesitas rozar la punta
de la escobita sobre la superficie del
rubor, el cuál, no debe ser de un color
muy encendido. ahora pásala suavemente
sobre tus pómulos, empiezas desde
adentro hacia afuera y mueves la mano
como si estuvieras dibujando una ola.
Pásalo máximo dos veces en cada
pómulo.