La refracción de un rayo de luz ocurre cuando este pasa de un medio transparente a otro, cambiando su dirección debido a que la luz se propaga a diferentes velocidades en cada medio. Esto se explica por la ley de Snell y se observa, por ejemplo, cuando un lápiz sumergido en agua parece estar quebrado por el cambio en la dirección aparente del rayo de luz.