1. Halloweentonwn
Érase una vez un pueblo llamado Halloweentonwn; allí vivían todos
los espíritus, niñas y niños. El día 31 de octubre es el día de
Halloween, la noche de los muertos; en ese día pueden ocurrir
muchas cosas extrañas. Por eso los niños y niñas se disfrazan
para meter miedo y para ir por las casas a pedir caramelos.
Ese día ya llego y sucedieron muchas cosas. Allí en Halloweentonwn
vivía una maldita bruja llamada Úrsula. Esa bruja haría todo lo que
pudiera para que los muertos se levantasen de sus tumbas. Úrsula
tiene cosas y trampas muy peligrosas.
El día de Halloween iban muchas niñas y niños por las calles. Por
eso una niña, llamada Cristina, se perdió y la bruja Úrsula la
encontró; la llevo a su casa encantada. Lo primero que hizo fue
atarla a una silla y darla un jarabe, hecho por ella, para
envenenarla y convertirla en bruja.
Pasaron tres días y Cristina seguía atada a la silla, de repente
aparece un gato llamado Corri; la niña le vio y gritó:
− ¡¡AAAAHHHH!!
Y dijo:
− ¿Pero tú quien eres?
2. Como el gato no sabía hablar le estaba venga hacer señas.
El gato Corri con sus garras la desato. Pero de repente vino la
bruja con 5 niños y les enveneno. Cuando el gato Corri y la niña
Cristina les oyeron empezaron a gritar:
− ¡¡AAAAHHH, socorro!!
Pero de repente entro la bruja y vio que no estaba Cristina, porque
se había escapado por la puerta trasera.
Cuando la bruja se dio cuenta de que la niña Cristina no estaba, la
bruja Úrsula empezó a gritar desesperada, buscándola por toda la
casa gritando:
3. − ¡¡Niñita!!, ¡ven aquí que te voy a dar caramelitos!.
Pero como la bruja Úrsula no la vio por la casa dijo:
− Esta niñita ya no está en mi casa, la voy a buscar.
A continuación gritó:
− ¡JA, JA, NO TE ME ESCAPARAS!.
Cuando la bruja Úrsula se quedo dormida, vinieron Cristina, la
niña, y el gato Corri. Desataron a todos los niños y les ayudaron a
escapar. Después ellos ataron a la bruja a la silla con 20 cuerdas
por encima e hicieron un hechizo para matarla.
Como la bruja Úrsula no se podía morir la tenían que matar ellos;
pero ellos tenían miedo de matar a la bruja; por eso lo hicieron con
los ojos cerrados; cogieron un hacha que había allí y la mataron.
Después, por la noche, la niña Cristina se arrepintió de haberla
matado, porque de verdad la había cogido aprecio. Pero se
alegraba de haber podido celebrar otra vez Halloween bien,
cogiendo caramelos.
Autora: Andrea