Este documento presenta dos obras de misericordia: dar de comer al hambriento y perdonar al que nos ofende. Al dar de comer al hambriento, debemos ver al necesitado como el protagonista y ofrecerle nuestro gesto de cariño. Perdonar al que nos ofende es una condición establecida por Dios para que Él pueda perdonarnos, ya que quiere lo mejor para nosotros aunque a veces no lo entendamos. El documento incluye actividades para los niños relacionadas con estas obras de miseric
RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptx
Obra de misericordia 2
1. OBRA DE MISERICORDIA 2° GRADO
OBRA DE MISERICORDIA CORPORAL: DAR DE COMER AL HAMBRIENTO.
Es importante recordar, cuando podemos ofrecer comida al hambriento, que él es el
protagonista. Quizá pensamos que somos nosotros los que hacemos, los que damos, o incluso
los que nos sacrificamos. Pero nuestro gesto empieza a ser realmente bello cuando el otro
ocupa el lugar más importante de nuestros pensamientos y de nuestro gesto amigo. Sabemos,
además, que en cada hambriento está presente el mismo Cristo (cf. Mt 25,35-40).
La luz resplandece cuando damos de comer al hambriento, cuando vemos su necesidad y le
ofrecemos eso que tanto desea. Así penetra, de modo concreto y visible, el amor en nuestra
Tierra; y Dios, desde el cielo, sonríe junto al hambriento que recibe no sólo un poco de pan,
sino un gesto sincero de cariño.
Colorea el corazón, recórtalo y pégalo arriba de la galleta que el niño está compartiendo con
la niña. Eso significa que hay que dar de corazón, por ello colorea la imagen de Jesús y
escribe debajo el nombre de algún compañero de aula con el que te gustaría compartir.
Compartiré con: _______________________
Bolsita de la Obra de Misericordia
Cada niño confecciona dos bolsitas con papel reciclado, una
vez pagado uno con el otro lo decoran a su gusto y elaboran
corazones y lo colorean de rojo, en una de las bolsas se
colocan los corazones para tenerlos a disposición, y en la
otra se escribe “el amor de Dios” y pondrán un corazón en la
bolsita cada vez que compartan con sus compañeros su
refrigerio, especialmente con los que no tienen y al término
de la semana ellos cuentan los corazones que lograron reunir.
2. OBRA DE MISERICORDIA ESPIRITUAL: PERDONAR AL QUE NOS OFENDE.
Dios nos ha hecho libres y, por tanto, capaces de amarle o de ofenderle mediante el pecado.
Si optamos por ofenderle, Él nos puede perdonar si nos arrepentimos, pero para ella ha
establecido una condición: que antes perdonemos nosotros al prójimo que nos haya agraviado.
Así lo repetimos en la oración del padre nuestro: “Perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Podríamos preguntarnos porque Dios
condiciona su perdón a que nosotros perdonemos y, aún más, nos exige que perdonemos a
nuestros enemigos incondicionalmente, es decir, aunque éstos no quieran rectificar.
Lógicamente Dios no pretende dificultarnos el camino y siempre quiere lo mejor para
nosotros.
Pinta las flores que nos ayudan a perdonar a los que nos ofenden luego mediante una línea une
esas flores al dibujo de al lado para ayudar a perdonar al que insulta.
Pinta y describe la escena donde estamos en la necesidad de perdonar al que nos ofende.