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ORDEN FRANCISCANA SEGLAR ESPAÑA.
COMISIÓN DE FORMACIÓN
VÍA CRUCIS 2022
CON TODAS LAS ZONAS DE LA OFS DE ESPAÑA.
MONICIÓN: Dada la dificultad de peregrinar a la Tierra Santa, en el año 1686 el papa Inocencio XI
concede a los franciscanos, el derecho de erigir estaciones en sus iglesias y la posibilidad de obtener
en ellas las indulgencias que antes sólo les eran concedidas en Jerusalén. Inocencio XII confirmó
este privilegio en 1694 y Benedicto XIII lo extendió en 1726 a todos los fieles.
ORACIÓN PREVIA (todos juntos):
Te adoramos, Santísimo Señor Jesucristo,
aquí y en todas tus iglesias que hay en el mundo entero,
y te bendecimos,
pues por tu santa cruz haz redimido al mundo
OREMOS (todos juntos):
Querido Padre del cielo, que me has elegido
y con amor me has conducido
hasta este Miércoles de Ceniza con el que inicia la Cuaresma.
Gracias por esta nueva oportunidad para acercarme más a Ti.
Estos próximos días fijo mi mirada en Ti, Señor Jesús,
con la esperanza de que me ayudes a renovarme para parecerme más a Ti.
Dame fuerzas para perseverar en lo que me he propuesto, fortalece mi espíritu.
Prepárame para entrar en el misterio de tu pasión y muerte.
Que pueda vivirlas yo también para colaborar contigo,
como nuestra Madre María, en la salvación de los seres humanos
y poder resucitar después como Tú.
Ayúdame a hacer el bien a todos, sin desfallecer,
para cosechar los frutos a su debido tiempo.
Este es el tiempo favorable para cambiar el poseer por el dar,
el acumular por el compartir.
Permíteme escuchar y acoger tu Palabra que hace fecunda mi vida, que eleva mi mirada
y acrecienta mi esperanza en la vida eterna. Amén.
ORACIÓN BASADA EN EL MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA DE 2022

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I Estación:
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

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I Estación: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
 V./ Te adoramos Cristo y te bendecimos;
 R./ Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
 TEXTO BÍBLICO: Mateo 27, 22
Pilato les preguntó: « ¿Y qué hago con Jesús, el llamado Cristo?» Contestaron todos: ¡Que
lo crucifiquen!
 REFLEXIÓN:
El camino de la cruz va precedido por la condena a muerte de Jesús. Una condena donde no
solo es atropellada toda verdad y toda justicia, sino que es dirigida a aquél que no ha venido
a condenar, sino a salvar. El que un día será juez de todo el mundo acepta ahora ser
condenado porque entregando su vida nos traerá la salvación.
La condena de Jesús no solo es fruto de la maldad y el odio de unos, sino también de la falta
de compromiso de muchos otros que por la presión social, por el miedo al “qué dirán”
acabarán también pidiendo su muerte en la cruz.
Cuántas veces nosotros juzgamos y criticamos a los demás, cuando sabemos que sólo Dios
puede ver el corazón y, por tanto, juzgar. Y cuántas veces somos incapaces por temor o
vergüenza de cortar una crítica que se está haciendo ante nosotros.
Recordemos algo de lo que San Francisco nos dice en sus escritos: “Y no hablen mal de
nadie; no murmuren ni difamen a otros, porque esta escrito: Los murmuradores y
difamadores le son odiosos a Dios” (Regla no bulada XI, 7)
 PREGUNTA:
¿He llegado a darme cuenta que cada vez que juzgo, critico y condeno a los demás o
participo en las críticas que otros hacen estoy volviendo a renovar esta condena de Jesús,
que se ha identificado siempre con los que sufren, con los pequeños, con los despreciados y
humillados de este mundo?
 PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA.
 JESÚS, PEQUÉ: TEN PIEDAD Y MISERICORDIA DE MÍ.

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II Estación:
JESÚS CARGA CON LA CRUZ

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II Estación: JESÚS CARGA CON LA CRUZ
 TEXTO BÍBLICO: Mat 27,27-31.-
Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron
alrededor de él a toda la cohorte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura;
y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha
una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: «¡Salve, Rey de los
judíos!»; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. Cuando se
hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle.
 REFLEXIÓN:
Vivimos en un mundo tremendamente violento. Niños que mueren antes de nacer, niños
abandonados y de la calle, niños soldados, jóvenes mutilados, explotados y violados, cada vez
mas jóvenes se suicidan, familias desunidas por falta de compresión y diálogo, familias
destrozadas por las guerras, personas que mueren de hambre, que viven sin techo, sin dignidad,
países en guerras por ejemplo Ucrania,…
Y nuestras manos aún están vacías de amor y de justicia. Debemos de comenzar a transformar
este mundo en un Hogar de Hermanos y para ello debemos de llenar nuestras manos. Llenarlas
de sentido de fraternidad, de pobreza, de libertad, de oración, de compromiso, de misión,… Y con
las manos llenas ofrecer al mundo la Alegría y la Esperanza.
Es el momento de ser Instrumento de Tu Paz.
 SIGNO:
De rodilla (si se puede) pedir al Señor perdón por la veces que con mi actitud he ofendido a
mis hermanos

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III Estación:
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

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III Estación: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
 TEXTO BÍBLICO: 1 Pe 2,24.-
Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la
justicia. Sus heridas os han curado.
 REFLEXIÓN:
Como el Paciente Isaac, Jesús cargó consigo el leño de su propio sacrificio. Ascendiendo al
Monte Calvario, injuriado por los espectadores, molestado por los verdugos, con la carne
torturada, herida y desgarrada en toda su totalidad… Jesús pierde el equilibrio y su cuerpo
yace por primera vez en la calle de la amargura. Contemplémosle con el rostro en el suelo,
aplastado por el peso de la cruz, sintiendo aún más los pinchazos de la corona de espinas,
estupefacto por el dolor insoportable de tantos improperios, escuchando como a su alrededor
solo se proferían risas y carcajadas con sorna… seguramente algún puntapié desafiante,
para que se levantara. ¡Que humillación más grande! Dice el Salmo: “Pero yo soy un
gusano, no un hombre, vergüenza de la gente, deprecio del pueblo; al verme se burlan
de mí, hacen visajes, menean la cabeza” (Sal. 22, 7-8).
Consideremos de que forma Jesús, sufre cada vez que nosotros tropezamos en esta vida,
una y cien veces, perdiendo el tesoro de la gracia y, a menudo, escandalizando a los de
nuestro alrededor. Hay que volver a las palabras del profeta, que había predicho esta caída:
“Dios cargó sobre él los pecados de todos nosotros” (Is. 53, 6). Contemplando la escena
patética de la Primera Caída, hagamos el propósito de alejarnos del pecado, de todo aquello
que pueda dañarnos y que aumente el sufrimiento del Varón de Dolores.
 SIGNO:
Jesús: en grado máximo tuviste que ejercer la virtud de la paciencia y aún hoy sigues en el
mismo propósito de ser misericordioso con nosotros. Te ofrecemos nuestro deseo de no
caer en la culpa y te pedimos, eso sí, la gracia de caer rendidos a tus pies, para
adorarte eternamente y cantar tus alabanzas.

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IV Estación:
JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE MARÍA.

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IV Estación: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE MARÍA.
 TEXTO BÍBLICO: Jn 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María de Cleofás y
María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al lado al discípulo amado, dice a su madre:
Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquel
momento el discípulo se la llevó a su casa.
 REFLEXIÓN:
La madre de Jesús demostró sobradamente su adhesión a Dios, e hizo posible que, a través
de su humilde servicio, se manifestase el Reino de Dios desde la encarnación hasta la Cruz
y, después, en la comunidad cristiana primitiva. Gracias a su atención, disponibilidad y su
servicio nació la Iglesia. Nosotros, impulsados por el Espíritu a alcanzar la perfección de la
caridad en nuestro estado seglar, piedras vivas de la Iglesia, por imitación de Nuestra Madre,
de su disponibilidad incondicional, sigamos edificando, sosteniendo y extendiendo la Iglesia,
que tanto amó nuestro padre San Francisco.
 PREGUNTAS:
¿Cómo vivimos nuestro ser Iglesia? ¿Somos piedras vivas o, por el contrario, somos, piedras
cansadas, desganadas, sin poner de referente a María?

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V Estación:
SIMÓN EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ.

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V Estación: SIMÓN EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ.
 TEXTO BÍBLICO: Lc 23,26
Mientras lo conducían, echaron mano de un hombre llamado Simón de Cirene, que volvía del
campo y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.
 REFLEXIÓN:
Queridos hermanos como explicar el esfuerzo que tuvo que hacer Simón de Cirene, cuando
volvía cansado de trabajar en el campo y sus obligaciones y le obligan a ayudar a cargar con
la Cruz de Jesús, pero el no le queda de otra y obedece con su mandado, pues como leemos
se iba demorado el tiempo y los soldados veían que no llegaría vivo a su Crucifixión, Simón
en principio lo hace de muy mala gana pues a parte de cansado piensa que cualquiera que le
vea, le trataría de ladrón o malhechor siendo una persona libre, pero desde que Jesús
muestra su mirada en Simón carga con la cruz y ahí nota como una especie de conversión
hacia su Señor y nota de forma distinta esa ayuda que esta prestando al principio a Jesús
como fue obligada, después sería más liviana sintiéndose bien consigo mismo.
Hermanos cada día nosotros también llevamos nuestra cruz, por distintas circunstancias de
la vida, que estamos viviendo en estos tiempos difíciles de pandemia, guerras, hambre,
necesidades, enfermedades, paremos por unos minutos a pensar en las personas que nos
encontramos en nuestras calles. Si nosotros podríamos ayudarles de cualquier forma que
este dentro de nuestra disposición, ayudando a quien tiene hambre, frío, este enfermo, etc.
Estaremos igualmente ayudando a Jesús a cargar con su Cruz y nos sentiremos mucho
mejor con nosotros mismos, tanto física como espiritualmente.
 SIGNO:
Nos ponemos cada uno de nosotros en reflexión y oración por que cese la guerra en el
mundo, especialmente en Ucrania. Que están pasando por momentos muy difíciles
 PREGUNTA:
¿Intentamos ayudar a las personas marginadas que nos encontramos en la calle, en forma
que nosotros podamos hacerlo porque cada vez que lo hagamos por ellos lo estaremos
haciendo por nuestro Señor y nuestro corazón y nuestro espíritu estará más reconfortado
consigo mismo?

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VI Estación:
VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS.

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VI Estación: VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS.
 TEXTO BÍBLICO: Lectura del libro del profeta Isaías 53, 2-3
No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los
hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan
los rostros; despreciado y desestimado.
 REFLEXIÓN:
El cristiano y el franciscano, en cuyo corazón se encuentra la impronta del rostro de cristo,
reconocerá su imagen también en los hermanos y hermanas que sufren. "Lo que hacéis al
más pequeño de mis hermanos, me lo hacéis a mí."
Ante el inmenso sufrimiento del mundo, y en estos momentos nuestros corazones y nuestros
ojos están puestos en tantos hermanos nuestros que sufren en Ucrania; ante el dolor que
cada mañana ponen ante nuestros ojos los periódicos, sentimos nuestra impotencia para
prestar una ayuda eficaz.
El hecho de que Él imprima sus rasgos en el sudario de la Verónica es como una promesa
de que él, que sufre por todos, se mostrará también dispuesto a dar ayuda y salvación a
todos.
LEYENDA MAYOR: Capítulo 1, Punto 5: …, inopinadamente se encontró con un leproso,
cuya vista le provocó un intenso estremecimiento de horror. Pero, trayendo a la memoria el
propósito de perfección que había hecho y recordando que para ser caballero de Cristo
debía, ante todo, vencerse a sí mismo, se apeó del caballo y corrió a besar al leproso.
 PREGUNTAS:
¿Miro el rostro de todos los hombres con espíritu de acogida? ¿Descubro que mis hermanos
(hombres y mujeres) son un don de Dios que me permite vivir mi fe y dar sentido a mi
vocación?
 SIGNO:
Reaccionar positivamente por Amor a Dios ante la situación dolorosa ajena que encuentre en
mí camino, que sepa hacerla mía y actúe como me gustaría hiciesen conmigo. Pobres y
enfermos lo somos y lo estamos todos y todos nos necesitamos los unos a los otros.

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VII Estación:
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.

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VII Estación: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
 TEXTO BÍBLICO: Isaías 53,4.-
Eran nuestros sufrimientos los que llevaba, nuestros dolores los que le pesaban… Ha sido
traspasado por nuestros pecados, deshecho por nuestras iniquidades…
 REFLEXIÓN:
Ya fuera de la muralla, el cuerpo de Jesús vuelve a abatirse a causa de la flaqueza, cayendo
por segunda vez, entre el griterío de la muchedumbre y los empellones de los soldados. ¡Y
yo, que me ilusioné pensando que tú ibas a ser la excepción para desmentir esa regla
humillante por la que se define al hombre como el único animal que tropieza dos veces en la
misma piedra! Pero comprendo que tú eres igual que todos nosotros. Y como nosotros,
repites la caída. En tan poco tiempo y a tan corta distancia.
 PREGUNTA:
¿Cuántas veces nosotros caemos en gestos de altanería hacia los demás, falta de respeto y
de comprensión, en ser indulgentes con los errores de los otros, inflexibilidad para pedir
perdón…?

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VIII Estación:
JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN.

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VIII Estación: JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN.
 TEXTO BÍBLICO: libro de las Lamentaciones 3, 27-32.-
Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. Que se sienta solitario y
silencioso, cuando el Señor se lo impone; que ponga su boca en el polvo: quizá haya
esperanza; que tienda la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque el Señor
no desecha para siempre a los humanos: si llega a afligir, se apiada luego según su inmenso
amor.
 REFLEXIÓN:
Leyendo con atención el Evangelio vemos cómo Cristo asigna a la mujer un puesto muy
especial, junto a EL. La mujer junto a Cristo encuentra su dignidad, adquiere lo más
importante para su vida: madurez y autonomía interior, libertad para donarse decía Juan
Pablo II.
¿Cómo no recordar que Jesús quiso asociar a algunas mujeres a los Doce, que le
acompañaban y servían y fueron su consuelo durante la vía dolorosa hasta el pie de la cruz?
Jesús en su Pasión se volvió hacia aquellas mujeres que se dolían y lamentaban por El.
Volviéndose a ellas les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mi, llorad más bien por
vosotros y por vuestros hijos”.
 COMPROMISO:
Permanece siempre al lado de Cristo, y tu vida se conformará a EL gradualmente,
convirtiéndote en madura compañía para Cristo y su Iglesia amada.

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IX Estación:
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.

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IX Estación: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
 TEXTO BÍBLICO: El libro de las Lamentaciones 3, 27-32.-
Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. Que se sienta solitario y
silencioso, cuando el Señor se lo impone; que ponga su boca en el polvo: quizá haya
esperanza; que tienda la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque el Señor
no desecha para siempre a los humanos: si llega a afligir, se apiada luego según su inmenso
amor.
 REFLEXIÓN:
La tercera caída de Jesús evoca todas las caídas del hombre: en el pasado, en el presente,
en el futuro. El número “3” describe a Dios como “trino” (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Tres
fueron los apóstoles que acompañaron a Jesús en Getsemaní, tres negaciones de Pedro,
tres crucificados, tres horas de agonía en la cruz, tres los días en el sepulcro, tres de la
tarde… hora tercera…
Jesús cae por tercera vez, pero a pesar de su aparente indefensión, respira hondo, se
levanta y sigue.
Su caída nos recuerda a nuestra constante fatiga. Es la alegoría de nuestras incontables
caídas.
A través de las caídas vamos redescubriéndonos, descubriendo y puliendo nuestra propia fe.
Porque frente a las caídas, Jesús nos vuelve a invitar a levantarnos. Son ellas las que nos
ayudan a poner en práctica su voluntad.
A lo largo de la vida hemos caído tantas veces… las circunstancias… las inseguridades… los
miedos…; pero ante todas esas caídas, Jesús continúa diciéndonos: “Animo, levántate”;
empieza de cero; ponte en marcha de nuevo, toma mi yugo y aprende de mí.
 PREGUNTA:
Si no estamos dispuestos a entregar la vida, ¿Qué hacemos aquí?

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X Estación:
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.

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X Estación: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.
 TEXTO BÍBLICO: Jn 19,23.-
Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron
cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica era sin costura, tejida de una pieza.
 REFLEXIÓN:
Hemos llegado al lugar del hecho con Jesús, es desnudado públicamente, y esto nos quiere
decir que Jesús es un marginado, un desterrado, un don nadie.
Hoy, encontramos a tantos marginados en nuestra sociedad que están desnudos, que
hemos expulsado de ella. Todos perdimos la vestidura cuando, por nuestra debilidad fuimos
arrojados del paraíso, rompiendo nuestra relación con Dios.
Concédenos un profundo respeto hacia el hombre en todas las fases de su existencia y en
todas las situaciones de vida en las cuales nos encontremos. Y así, unidos al sacrificio de
Cristo, ante el genocidio de Ucrania, levantemos nuestras voces; no permitamos que la vida
y la muerte pierdan su valor. Que logremos una paz artesana construida día a día,
fraternalmente, en un clima de reconciliación y perdón.
 PREGUNTAS:
A Cristo le despojamos de sus vestiduras la final de su vida terrenal para volver al Padre
ligero de equipaje, ¿cuántas ataduras terrenales tengo?
¿He perdonado a mis hermanos, amigos y enemigos? ¿Vivo en mi fraternidad, con mis
hermanos, la reconciliación? ¿Trato con misericordia al hermano o lo dejo de lado?
¿Te has esforzado con tus obras de misericordia en buscar la caridad perfecta,
desprendiéndote de lo que perjudica tu crecimiento personal?

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XI Estación:
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ.

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XI Estación: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ.
 TEXTO BÍBLICO: San Mateo 7, 37-42.-
Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación:
«Este es Jesús, el Rey de los judíos». Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y
otro a la izquierda. Los que pasaban, lo injuriaban y decían meneando la cabeza: «Tú que
destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios,
baja de la cruz». Los sumos sacerdotes con los letrados y los senadores se burlaban también
diciendo: «A otros ha salvado y él no se puede salvar. ¿No es el Rey de Israel? Que baje
ahora de la cruz y le creeremos».
 REFLEXIÓN:
Y lo crucificaron… pero Jesús no descendió de la cruz, no la abandonó, permaneció
obediente hasta el final a la voluntad del Padre, amo y perdonó.
Cuantos crucificados hay hoy en el mundo, cuantos justos son clavados en la cruz, por el
hambre, por la pobreza, por su condición sexual, por su condición económica, por el COVID,
por la guerra… pero ¿a cuantos crucifico yo? ¿A cuántas personas he clavado en la Cruz
con mi actitud?
Y desde la cruz Jesús pide al Padre que perdone a sus verdugos y que nos perdone a
nosotros. Y tu Señor… nos perdonas.
 MEDITACIÓN:
Enséñame a perdonar, que mis manos no sirvan para crucificar, sino para acercar, consolar y
acompañar.
Preguntas a un rey en cruz
¿Qué corona es esa que te adorna, que por joyas tiene espinas?
¿Qué trono de árbol te tiene clavado?
¿Qué corte te acompaña, poblada de plañideras y fracasados?
¿Dónde está tu poder?
¿Por qué no hay manto real que envuelva tu desnudez?
¿Dónde está tu pueblo?
Me corona el dolor de los inocentes.
Me retiene un amor invencible.
Me acompañan los desheredados, los frágiles, los de corazón justo,
todo aquel que se sabe fuerte en la debilidad.
Mi poder no compra ni pisa, no mata ni obliga, tan solo ama.
Me viste la dignidad de la justicia y cubre mi desnudez la misericordia.
Míos son quienes dan sin medida, quienes miran en torno con ojos limpios,
los que tienen coraje para luchar y paciencia para esperar.
Y, si me entiendes, vendrás conmigo.
José María Rodríguez Olaizola

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XII Estación:
JESÚS MUERE EN LA CRUZ.

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XII Estación: JESÚS MUERE EN LA CRUZ.
 TEXTO BÍBLICO: Lc 23, 32-46.-
"Llevaban además otros dos malhechores para ejecutarlos con él. Llegados al lugar llamado
Calvario, le crucificaron allí a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Jesús decía: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen.» Se repartieron sus
vestidos, echando a suertes. Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas
diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido.»
También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre y le decían: «Si
tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!» Había encima de él una inscripción: «Este es el Rey
de los judíos.» Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues
¡sálvate a ti y a nosotros!» Pero el otro le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú
que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con
nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho.» Y decía: «Jesús, acuérdate de mí
cuando vengas con tu Reino.» Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el
Paraíso.» Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre
toda la tierra hasta la hora nona. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un
fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró."
 REFLEXIÓN:
«Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino». Así responde Jesús a la petición del
malhechor que estaba a su derecha: la promesa de una nueva vida. Éste es el primer fruto
de la pasión y de la inminente muerte de Cristo. Una palabra de esperanza para el hombre.
Jesús ha alcanzado su objetivo. Sabe que más que cualquier otra cosa sus hermanos y
hermanas tienen necesidad de amor. Gracias a su muerte su amor se derrama por el mundo.
A partir de este momento todo demás pertenece al Padre: «Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu». Confianza absoluta.
 SIGNO:
Me arrodillo y guardo un rato de silencio.
 PREGUNTA
¿Confío absolutamente en Ti?

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XIII Estación:
JESÚS ES DESCENDIDO DE LA CRUZ
Y PUESTO EN BRAZOS DE SU MADRE.

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XIII Estación: JESÚS ES DESCENDIDO DE LA CRUZ Y PUESTO EN BRAZOS DE SU MADRE.
 TEXTO BÍBLICO: Mateo 27, 55-58.-
“Había allí muchas mujeres mirando desde lejos, aquella que habían seguido a Jesús desde
Galilea para servirlo. Entre ellas estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago y
José, y la madre de los Zebedeos…
Y al caer la tarde, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era discípulo de
Jesús. Se presentó a Pilato, le pidió el cuerpo y Pilato mandó que se lo dieran. José tomó el
cuerpo y lo envolvió en una sábana…”
 REFLEXIÓN:
Allí estaba la Madre de los Dolores. Todos se habían ido. Sólo quedaban los más íntimos.
María no podía retirarse de su Hijo: agarraba fuerte la cruz para no caerse. Sin saber cómo,
dos extraños, José de Arimatea y Nicodemo, había descolgado el cuerpo de Jesús. Lo
habían colocado en su regazo de madre. Juan mira fijamente el cuerpo de su Señor: está
lleno de heridas. No puede evitar echarse a llorar. María recuerda cuando Jesús curaba a los
enfermos, cuando resucitaba a los muertos… De su regazo saca un pañuelo y limpia su
rostro. ¡Cuánto amor guarda su corazón!
Es una escena que impresiona, tal vez justamente porque está impregnada de humanidad.
Esta es la palabra clave que cifra un camino plagado de esfuerzo y sufrimiento. Ahora el
sufrimiento ha pasado. Es la hora de la Piedad. En el cuerpo sin vida se muestra la fuerza
con la que afrontó Jesús el sufrimiento, reflejado ahora en los ojos de quien está todavía ahí
y ha permanecido a su lado. En los ojos de la Virgen. De los brazos de la cruz a los brazos
de su Madre. De los brazos del dolor a los brazos del amor. Y el amor hace grandes aquellos
brazos de mujer para abrazar a todas aquellas personas confiadas por Cristo al cuidado de
su Madre. María pierde al Hijo de sus entrañas, pero sus entrañas se hacen fecundas para
acoger en ellas a toda la humanidad sufriente.
Francisco amaba con profundo afecto a la Madre del Señor, por se Ella la que había
convertido en hermano nuestro al Señor de la majestad y por haber nosotros alcanzado la
misericordia mediante Ella. Después de Cristo, depositaba en María su confianza: por eso la
constituyó abogada suya y de todos sus hermanos.
 PREGUNTAS:
¿Estoy yo con María en el Calvario? ¿Descubro las realidades del dolor y muerte de mi
entorno?
 SIGNO
Cierro los ojos y pienso en todas las personas que conozco que pasan por una situación
amarga. Las pongo en los brazos de María.

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XIV Estación:
JESÚS ES SEPULTADO.

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XIV Estación: JESÚS ES SEPULTADO.
 TEXTO BÍBLICO: Jn 19, 41.-
En el lugar donde fue crucificado Jesús, había un huerto y en el
huerto un sepulcro nuevo en el que nadie había sido enterrado. Allí lo depositaron, dado que
el sepulcro estaba cerca
y era la víspera de la Fiesta de Pascua.
 REFLEXIÓN:
Allí metieron a Jesús. El sepulcro del Señor es una esperanza. Es el silencio prometedor de
victoria. Es ansia de resurrección....
La Virgen se queda en la puerta esperando. Siempre está donde estás Tú. Siempre es el
camino que nos acerca a Ti. Por eso me quedo con Ella.
Al fondo del paisaje se recorta la cruz, ya vacía. Tú, Señor, vas a resucitar. Y nosotros
resucitaremos contigo con una condición: en la vida tenemos que amar la cruz y abrazarnos
a ella.
Es el único camino. Madre mía, mientras espero contigo el mañana de la resurrección,
hazme valorar, como Tú, lo que esa realidad de la redención tiene que suponer en mi vida.
Señor, Tú no te quedas en el sepulcro, sino que resucitas. Mientras, nosotros esperamos que
pase todo; esperamos que resucites, que nos ames, que nos perdones....dando testimonio
con nuestras vidas de que Cristo vive. Concede a tu Iglesia vivir de la Resurrección y
proclame la Buena Nueva a toda criatura. Amén
TEXTO FRANCISCANO Tomás de Celano. Libro Segundo. Capítulo 10. Versículo 118:
Finalmente, llegados a la ciudad, con grande alegría y gozo colocaron el santísimo cuerpo en
un lugar sagrado, pero más distinguido de los demás, desde donde ilumina al mundo con la
multiplicación de estupendos milagros para gloria del sumo y omnipotente Dios.
 PREGUNTAS:
o ¿Amo a mis hermanos de fraternidad?
o ¿Me comporto como debo? ¿Trato a todos los hermanos por igual?
o ¿Aporto un ambiente de paz, sosiego, tranquilidad... en las reuniones, encuentros,...?
o ¿Trato de vivir y reflejar en los demás mi Carisma Franciscano?
 SILENCIO ( estar un momento )
 MEDITACIÓN:
Tratemos de ser mejores proyectando luz a nuestro alrededor, convencidos del " Gran
Carisma que profesamos " y dándole gracias a Dios.
 PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA.

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XV Estación:
JESÚS RESUCITA.

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XV Estación: JESÚS RESUCITA
 TEXTO BÍBLICO: Mat 28, 5-7.-
El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a
Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar
donde estaba. Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los
muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis." Ya os lo he dicho.
 REFLEXIÓN:
Debemos saber estar al pie de la cruz con María descubriendo los rostros del dolor. Pero
tenemos que ir a Galilea anunciando a Cristo Resucitado: transformando realidades
muerta en realidades vivas con nuestra vida.
Hay muerte en mí, hay muerte en mi familia, hay muerte en mi entorno y hay muerte en
nuestro Mundo,…. La periferia es donde está la muerte vayamos a las periferias como nos
pide el Papa Francisco y anunciemos a Cristo Resucitado.
 SIGNO:
HACERNOS TESTIGOS DE SU MISIÓN ENTRE LOS HOMBRES, ANUNCIANDO A
CRISTO RESUCITADO CON LA VIDA Y CON LA PALABRA. VIVIENDO LA ORACIÓN
SIMPLE DE SAN FRANCISCO. SIENDO INSTRUMENTOS DE TU PAZ.
Concretar en alguno de estos versos una realidad de muerte y transformarla en
realidad viva de mi entorno. Hacerlo, si es posible, durante la Pascua.
DONDE HAYA ODIO, PONGA YO AMOR
DONDE HAYA OFENSA, PONGA YO PERDÓN.
DONDE HAYA DICORDIA, PONGA YO LA UNIÓN.
DONDE HAYA ERROR, PONGA YO VERDAD.
DONDE HAYA DUDA, PONGA YO LA FE.
DONDE HAYA DESESPERACIÓN, PONGA YO ESPERANZA.
DONDE HAYA TINIEBLAS, PONGA YO LA LUZ.
DONDE HAYA TRISTEZA, PONGA YO ALEGRÍA.

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ORACIÓN FINAL
Perdónanos la guerra, Señor.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de nosotros pecadores.
Señor Jesús, nacido bajo las bombas de Kiev, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, muerto en brazos de la madre en un bunker de Járkov, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, enviado veinteañero al frente, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que ves todavía las manos armadas en la sombra de tu cruz, ¡ten piedad de nosotros!
Perdónanos Señor,
perdónanos, si no contentos con los clavos con los que atravesamos tu mano, seguimos bebiendo la
sangre de los muertos desgarrados por las armas.
Perdónanos, si estas manos que habías creado para custodiar, se han transformado en instrumentos de
muerte.
Perdónanos, Señor, si seguimos matando a nuestros hermanos, perdónanos si seguimos como Caín
quitando las piedras de nuestro campo para matar a Abel.
Perdónanos, si seguimos justificando con nuestro cansancio la crueldad, si con nuestro dolor
legitimamos la brutalidad de nuestras acciones.
Perdónanos la guerra, Señor. Perdónanos la guerra, Señor.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ¡te imploramos! ¡Detén la mano de Caín!
Ilumina nuestra conciencia,
no se haga nuestra voluntad,
¡no nos abandones a nuestras acciones!
¡Detennos, Señor, detennos!
Y cuando hayas parado la mano de Caín, cuida también de él. Es nuestro hermano.
Oh Señor, ¡pon un freno a la violencia!
¡Detennos, Señor!
Amén.
PAZ Y BIEN.

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