El documento argumenta que la prohibición del cannabis ha fracasado y que la regulación de su cultivo, venta y consumo le quitaría el control de la droga a las mafias. Señala que el consumo de cannabis se ha vuelto habitual en la sociedad y que la regulación no significa liberalización sino asumir la responsabilidad de controlar la situación actualmente controlada por las mafias. El autor concluye que la elección es entre dejar el control del mercado cannábico en manos de las mafias u otorgárselo a las autoridades a través de
Horarios de cortes de luz en Los Ríos para este lunes, 22 de abril, según CNEL
O ellos, o nosotros
1. Otger Amatller
PsicÓLOGO. fundació Salut i Comunitat.
afavor
O ellos, o nosotros
D
ebateencendidoen
la radio ante la re-
gulación del can-
nabisenUruguayo
enEstadosUnidos.Enlaterra-
zadeunbarcualquiera,unjo-
ven está liando un porro y las
dosseñorasquetomanuncor-
tado en la mesa de al lado lo
miran con cara de desaproba-
ción. A unos cuantos metros,
en la misma calle, un peque-
ño local sin rótulo ni ningún
tipo de elemento identificati-
vo disimula lo que realmente
es, un club cannábico, y si-
guiendo calle abajo un grow-
shoppromuevesinningúnti-
podetabútodaclasedecom-
plementos para el cultivo de
la marihuana.
El consumo de cannabis se
ha convertido en algo habi-
tual y muy visible en muchos
entornosdenuestrasociedad,
y no parece que esté perdien-
do protagonismo sino todo lo
contrario. Los clubs sociales
de cannabis han sido el deto-
nante que muchos políticos
y administraciones querían
evitar, y pocos –y bienvenidos
sean– han dado una respues-
ta aunque tímida a esta situa-
ción.Eldebatesobrelaregula-
rización del cannabis ha cre-
cidoexponencialmente,seha
hecho mayor, y parece que no
se irá hasta que no obtenga al-
gún tipo de respuesta diferen-
te de la recibida con anteriori-
dad. Esta vez la derrota no pa-
rece tan clara.
La prohibición fracasa
La respuesta recibida ha sido
siempre la misma: la prohibi-
ción.Peroestarespuestayano
contenta ni a los mismos que
la crearon. No es para menos,
los objetivos que se habían
marcado no solo no se han
conseguido sino que la situa-
ción ha ido empeorando. La
prohibición no ha hecho dis-
minuir ni el número de con-
sumidores, ni el mercado ne-
gro y sus mafias. Al contrario,
las consecuencias negativas
de esta prohibición son cada
vezmásvisiblesyreconocidas
internacionalmente. Entre
ellas,elgranpoderquelasma-
fias han conseguido, la discri-
minación de los consumido-
res, el gasto de grandes canti-
dades de dinero público para
represión y control, la corrup-
ción,ladelincuenciaolaadul-
teración de las drogas, con los
riesgos que eso supone para
los consumidores.
Lalógicanosdicequecuan-
dohayunproblema,sihemos
utilizado una estrategia du-
rante décadas y no nos ha fun-
cionado, necesitaremos bus-
car nuevas respuestas para
que los resultados sean mejo-
res. Y esto es precisamente lo
que diferentes países, como
Uruguay, están intentando.
Cierto es que hay valentía po-
lítica para asumir el control
de la situación, y también que
estas nuevas políticas no es-
tán exentas de riesgos, pero
continuar por un camino cu-
ya ineficacia se ha demostra-
do también tiene sus respon-
sabilidades.
Más del 70% del dinero
que se invierte en el fenóme-
no de las drogas va destina-
do a represión y control, y so-
lo el resto a tratamiento, pre-
vención y atención social.
Sin entrar en si sería desea-
ble o no, ¿realmente pode-
mos eliminar las drogas del
mundo? Entonces, hay que
dar un vuelco a las priorida-
des y prepararnos para con-
vivir con ellas, con los ries-
gos que, como el cannabis,
suponen para la salud.
Ojo, regularización no
significa liberalización, si-
no asumir la responsabili-
dad de controlar la situa-
ción. Una situación que
ahora está (des)controlada
por las mafias. La Adminis-
tración tiene la responsabi-
lidad de ser capaz de quitar-
les este control. Eso debería
permitir definir y contro-
lar quién, cómo y qué con-
sumir, cultivar o vender.
¿Es una ingenuidad querer
controlar la futura indus-
tria del cannabis de igual
manera que la del tabaco
o la del alcohol? Difícil es,
seguro, pero ni mucho me-
nos imposible. Siempre se-
rá mucho peor dejar en ma-
nosdemafiasalosmillones
de consumidores de can-
nabis actuales. La elección
es: o ellos, o nosotros. H
La regulación
del cultivo, venta
y consumo de
cannabis quitaría
a las mafias el
control de la droga
JORDI COTRINA
Consumidores
de cannabis
en el club La Maca,
en Barcelona.
Francisco Pascual
MÉDICO. Vicepresidente Primero de SOCIDROGALCOHOL
encontra
«Pásamelo, tío»
N
o sé si es moda o
casualidad, pero
durante los últi-
mos cuatro años
acuden a mi consulta perso-
nas muy jóvenes en deman-
da de ayuda para dejar de
consumir cannabis, cada
vez en mayor número y de
edadesmástempranas.Pero
también, durante este últi-
moaño,algunasdeesasper-
sonas ya superan los 40 e in-
cluso los 50 años.
«Yo fumo desde siempre,
desdechaval.Meheplantea-
do dejarlo en varias ocasio-
nes y la verdad es que reduz-
co el consumo, e incluso lle-
go a cortar del todo, pero a
los tres o cuatro días nece-
sito volver a fumar, ya que
de lo contrario no puedo
dormir e incluso me pongo
muy irritable. Yo creo que
tengo una dependencia»,
me comentan.
Miinquietudprofesional
se desborda en ese momen-
to y pregunto sobre los con-
sumos; algunos me dicen
que ellos solamente consu-
men maría, cada vez en ma-
yor cantidad, que lo del cho-
colate cuando eran más jó-
venes. Y los de menor edad
(desde los 12 años) me dicen
quesiemprehanfumadohier-
ba, que en ocasiones la com-
pran,peromuchosdeellostie-
nesuspropiasplantas.Plantas
de cultivo rápido, manipula-
das genéticamente y con con-
centraciones cada vez más ele-
vadas de THC. «Pega cada vez
más fuerte», me explican.
Para mí siempre ha sido
una sustancia de difícil clasi-
ficación por sus efectos distin-
tos según la persona. Última-
mente, algunos, no sin cier-
to temor, son contundentes:
«Doctor, esto lo tengo que de-
jar, ayúdeme».
Lospoliconsumidoresaban-
donan todo tipo de consumo,
peroencuantoalcannabisme
suplican: «Los dos porros de la
noche no me los quite, no sa-
bría relajarme, descansar. So-
lo son esos los que necesito».
Efectivamente, el cannabis es
una droga que provoca depen-
dencia.
Luego valoro y observo: a
nadie el cannabis le ha pro-
porcionado nada que poda-
mos definir como positivo.
De hecho, los que consumen
para no pensar lo único que
consiguen es sufrir un cuadro
amotivacional (les prometo
que existe). Otros han termi-
nado con cuadros psicóticos,
basados en la propia carga ge-
nética o en su predisposición
personal, pero si no hubiesen
consumido porros tal vez no
estaríantancolgados,simeper-
miten la expresión que ellos
mismos utilizan.
Patologías sociales
Y tal como lo entendemos los
profesionales que trabajamos
en adicciones, las dependen-
cias de sustancias no son pato-
logías exclusivamente médi-
cas o psiquiátricas. Tienen su
componentesocialypsicológi-
co. Indagamos y nos encontra-
mos con el fracaso escolar, las
malas relaciones familiares,
los cambios de conducta, la
irritabilidad manifiesta, la fal-
tadeactituddialogante,ymu-
cho más, según vas avanzan-
do en el conocimiento de esa
persona que nos pide ayuda.
Claro, no todos los que con-
sumenporrosvanatenerestas
consecuencias,perosiquieren
que les diga la verdad, desco-
nozco quién no las va a tener,
sabiendoquelasposibilidades
de tener problemas son muy
altas. Y por eso, solo por eso,
no podemos estar a favor del
consumo de este tipo de sus-
tancias.
Nocreoqueelpapeldeuna
sociedad científica como es
Socidrogalcohol sea posicio-
narse en temas de carácter le-
gislativo o de regulación de
consumos. Nuestro papel co-
mo profesionales es, además
de atender a nuestros pacien-
tes y procurarles la mejor re-
cuperaciónposible,advertira
la sociedad del riesgo de cier-
tos consumos. Esa es nuestra
función. La decisión es de ca-
da uno individualmente, pe-
ro para decidir hay que estar
bien informado, y lo que les
he relatado es la realidad de
nuestro día a día en nuestras
consultas.
Dicho esto, que cada cual
obre según su entender. H
No todos los que
consumen porros
van a sufrir efectos
negativos, pero no
sabemos quiénes
escaparán a ellos
LUNES
4 4 DE MAYO DEL 2015
Debate ciudadano 3 La opinión Páginas 2 a 4 LLL