3. Según el DRAE, la prostitución es la "actividad a la que se
dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras
personas, a cambio de dinero", aunque suele considerarse del
mismo modo cualquier otro tipo de retribución.
Al hablar de prostitución, se sobreentiende que la persona que
la ejerce no aplica más criterio en la elección del cliente que el
de recibir el pago correspondiente, es decir, que no existe
ningún tipo de emoción ni relación afectiva. De modo que, en
un sentido más genérico y coloquial de la palabra, se dice
también que se prostituye, por extensión, cualquier persona que
"vende" sus servicios profesionales (no sexuales) por una causa
que no le importa o incluso que considera indigna, con el único
aliciente de recibir un pago.
Algunos sinónimos de prostitución son lenocinio, trabajo
sexual y comercio sexual.
4. A veces se usa el término prostitución en el sentido mucho más
amplio de mantener relaciones sexuales con un fin distinto de
la reproducción o el placer de una de las partes, incluyendo
formas (principalmente históricas) de prostitución religiosa, en
las que se practica sexo en cumplimiento de preceptos
religiosos específicos. La llamada «prostitución religiosa»
desapareció paulatinamente del mundo occidental durante el
Imperio romano, aunque ha seguido practicándose en otras
culturas hasta fecha reciente, y ha visto un repunte con la
aparición de religiones alternativas en Occidente.
También entrarían en esta definición más genérica el uso del
sexo como forma de espionaje, y los casos de hombres y
mujeres manteniendo relaciones con personas famosas a fin de
vender la historia a la prensa del corazón a cambio de fama
y/o dinero. En estos dos casos se usa la equiparación con la
prostitución con un ánimo evidentemente peyorativo.
5.
6. Aunque la mayoría de las prostitutas
son mujeres que ofrecen sus servicios
a hombres, también existen
prostitutos, que ofrecen sus servicios
principalmente a hombres, o a mujeres
en menor proporción (por lo general
sólo a unos o a otros, pero no a
ambos, ni de manera simultánea ni
tampoco indistinta).
7. La prostitución es hoy día una práctica ilegal en
muchos países, propia de ambientes marginales y
relacionada con otras formas de delincuencia.
Muchas mujeres y niños son obligados a ejercerla por
parte de individuos o bandas criminales
organizadas, hasta el punto de que las Naciones
Unidas, ya en 1949, promovieron una convención
para el control de la prostitución y la lucha contra
el tráfico de personas esclavizadas generado a su
alrededor.
Las Naciones Unidas declaró en 2009 que las
estimaciones muestran que podría haber alrededor
de 270.000 víctimas de la trata de personas en
la Unión Europea.
8. En algunos países, principalmente en Europa
Occidental(Holanda y Alemania), la prostitución es un oficio
regulado en el que sus trabajadores y trabajadoras pagan sus
impuestos y no arrastran una imagen social tan degradada
(éste es el llamado «modelo pro regulación»; sus partidarios
consideran a las personas que ejercen la prostitución un tipo
más de trabajador sexual). Sin embargo, en otros países del
mismo entorno, la situación jurídica y social es diferente:
en Suecia, Noruega y Islandia se persigue la adquisición de
servicios, pero no la labor de las prostitutas (el llamado «modelo
abolicionista»): allí, la prostitución se considera una forma
de violencia contra las mujeres, y se penaliza a los hombres que
las explotan al comprar sus servicios sexuales; en la mayor parte
de los casos, las prostitutas son víctimas que requieren ayuda, y
se intenta educar al público, pues se considera que la igualdad
en el trato hacia ambos géneros (femenino y masculino)
continuará siendo inalcanzable mientras haya hombres que
compren, vendan y exploten a mujeres ,niñas y niños,
prostituyéndolos.
9. La figura de la prostituta está también estrechamente
ligada a la del proxeneta, persona que recibe un
porcentaje de los beneficios conseguidos por la misma.
En principio el proxeneta recibe ese dinero como pago
por un servicio, habitualmente el de actuar como
mediador entre la prostituta y el cliente, proveer la
habitación o lugar donde tiene lugar el servicio sexual,
etc. Sin embargo, cuanto más marginal es el tipo de
prostitución, más se convierte el proxeneta en un mero
extorsionador, que en su grado más bajo retiene a las
prostitutas bajo su control mediante amenazas y abusos
que llegan a la violencia física (secuestros). Esta situación
es más habitual (y prácticamente la norma) en países
donde la prostitución es ilegal.
Sin embargo, la legalización no es suficiente garantía
para evitar este tipo de abusos; en países europeos
donde la prostitución es legal, como España, las fuerzas
de seguridad detectan e intervienen de manera
periódica en locales en los que se retiene a mujeres por la
fuerza, obligándolas a prostituirse víctimas de redes
de trata de blancas
10.
11. Tradicionalmente la prostitución se ha ejercido en sitios
destinados exclusivamente a este fin, llamados «burdeles».
Estos han sido habitualmente casas regentadas por una
persona, en las que hay mujeres u hombres, según la
orientación del lugar, y habitaciones privadas donde se
atiende a los clientes.
La oferta de servicios sexuales se hace también en la
calle, así como en algunos bares y clubes nocturnos. En
las últimas décadas, con el aumento y diversidad de
medios de comunicación y publicidad, los métodos de
oferta han llegado a las cabinas de teléfonos públicos
(fotos con teléfonos), anuncios en prensa e Internet, y
hasta anuncios en la TV (éstos generalmente sólo a altas
horas de la noche). Finalmente, también se realizan
servicios a domicilio y en algunos hoteles.
12. La prostitución infantil es uno de los hechos que más alarma a la
población, ya que durante las últimas décadas se han dado
miles de casos de prostitución infantil. La prostitución de
menores es endémica en muchos países de renta baja que se
han convertido en destino preferente del turismo sexual.
Cuando un individuo busca mantener relaciones sexuales con
niños o niñas y no quiere correr el riesgo de ser
denunciado, tiene una segunda opción: acudir a la prostitución
de menores. Esto sólo si dispone de dinero suficiente como para
permitírselo. Por otro lado, se encontrará con la dificultad de
encontrar un individuo o club que se lo facilite, pues la
prostitución infantil se esconde mucho más que la prostitución
de adultos. Pero una vez salvados estos dos
obstáculos, cualquier individuo puede convertir en realidad sus
fantasías con una niña o un niño, esclavizado y obligado a ser
un objeto para el uso sexual. Dicha prostitución no suele ser
voluntaria y va acompañada del miedo, el hambre, las drogas y
multitud de circunstancias más, que pueden convertir la
existencia tanto de un menor como de un adulto en un
auténtico infierno.
13.
14. La captación y el rapto. ¿De dónde salen las niñas y niños explotados en la
prostitución? Fundamentalmente se obtienen de los cinturones periféricos y
las zonas marginales de las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona,
Bilbao, etc.; de las salidas de grandes y medianas discotecas, o de los
menores escapados de sus casas.
En los cinturones industriales de las grandes ciudades es donde suelen
trabajar las alcahuetas dedicadas a localizar posibles víctimas.
Normalmente se trata de prostitutas o exprostitutas que con frecuencia
dependen de una dosis de heroína. Se aprovechan de las privaciones
económicas de las menores y les ofrecen algún trabajo o ayuda
económica, normalmente a través de un bar, un espectáculo o un grupo
de baile. Una vez que logran ganarse su confianza, les llevan a un
establecimiento de la red donde caen en manos del proxeneta.
Dentro de las discotecas o a la salida de las mismas, trabajan algunos
ganchos de estas redes. Pueden actuar de dos formas distintas: mediante
un "chulo de discoteca" o "guaperas", que seduce a alguna menor para
después ofrecerse a llevarla a casa o a otro local, o mediante otra menor
obligada a "captar" amigas bajo amenaza de muerte o violación. En ambos
casos, los ganchos deben ganarse la confianza de las menores y llevárselas
hasta un piso o club de la red o, en último caso, introducirlas en el coche del
proxeneta.
Los menores que se escapan de casa pueden también terminar en una de
estas organizaciones. Según los datos manejados por la Guardia Civil, desde
1992 el número de denuncias por desaparición se ha multiplicado por seis.
En los dos últimos años se han acumulado casi 600 casos de menores
desaparecidos que continúan en paradero desconocido. El 10% tiene
menos de 10 años. Estos casos sumados a los registrados desde 1986 y no
resueltos, suponen varios miles de niños y niñas desaparecidos.