El documento presenta definiciones y descripciones de diferentes ideologías y regímenes políticos totalitarios como el fascismo, nazismo, estalinismo y comunismo. También explica conceptos como democracia, autoritarismo, racismo y represión. Por último, incluye breves biografías de figuras históricas asociadas con estos regímenes como Mussolini, Hitler, Lenin y Stalin.
2. Totalitarismo: Se conoce como totalitarismos a las ideologías, los movimientos y los regímenes políticos donde la libertad está seriamente restringida y el Estado ejerce todo el poder sin divisiones ni restricciones (de un modo mucho más intenso y extenso que el teórico poder absoluto de las monarquías del Antiguo Régimen). Fascismo: El fascismo es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras (1918–1939). Su proyecto político es instaurar un corporativismo estatal totalitario, mientras su base intelectual plantea una sumisión de la razón a la voluntad y la acción, un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas que se conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos por un eficaz aparato de propaganda, un componente social interclasista, y una negación a ubicarse en el espectro político ( izquierdas o derechas ), lo que no impide que habitualmente la historiografía y la ciencia política sitúe al fascismo en la extrema derecha y le relacione con la plutocracia, o bien lo identifique como una variante chovinista del socialismo de Estado.
3. Nazismo: El nazismo es, en su origen, la ideología oficial del NSDAP (Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes) comúnmente conocido como Partido Nazi. Su fundamento no tuvo excesiva elaboración teórica, apropiándose, en gran medida, de las ideas fascistas según las cuales el Estado, para reservar su cohesión y unidad, debía de ser totalitario. Para el nazismo, este argumento fue compaginado con la máxima racista de superioridad de la raza aria sobre el resto. La admiración por la fuerza bruta y el culto al jefe único fueron otras dos nuevas aportaciones del nazismo. La situación social y económica de Alemania después de la Primera Guerra Mundial y el oportunismo de Hitler hicieron el resto. Hitler y el Partido Nazi lograron un apoyo popular de gran magnitud como para animar a Alemania a lanzarse a la conquista de Europa, en lo que fue la Segunda Guerra Mundial.