La cultura hacker está formada por grupos pequeños conectados entre sí, liderados por expertos programadores legendarios. Los hackers buscan cambiar las actitudes hacia la tecnología y creen que el conocimiento es poder. Se oponen a gobiernos y corporaciones y usan la tecnología para la protesta socio-política de forma anónima y colectiva. El ciberespacio se ha convertido en un campo de batalla donde se libran importantes combates militares y de inteligencia.