2. INTRODUCCIÓN
Las Murallas romanas de Lugo datan de finales del siglo tres. Su
construcción tuvo por objeto la defensa de la ciudad romana de
Lucus Augusti ante la amenaza bárbara. Esta ciudad fue fundada por
Paulo Fabio Máximo, en honor al emperador Augusto. Estas murallas
son las mejores conservadas de la Península Ibérica entre las de su
época, y su aspecto actual responde en casi su totalidad a su
configuración original. Se encuentra completa en todo su perímetro y
su paseo de ronda (adarve), es íntegramente de uso público, además,
fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000 por su
misteriosa belleza.
3. CARACTERÍSTICAS
Estas murallas fueron construídas hace más de 17 siglos, siguiendo
las directrices de las elegantes obras de Vitruvio, importante
arquitecto romano, que vivió en la época de Julio César y Augusto.
La Muralla de Lugo mide más de 2 km y tiene diez puertas. Caminar
por lo alto de la muralla, que en algunos tramos alcanza los 7m de
ancho, y detenerse en algunas de sus 85 torres, es asistir de cerca al
poder de la Roma Imperial. Y también, disfrutar de las mejores
vistas de la ciudad.
4. MATERIALES
Los romanos construyeron la
Muralla con piedra pizarra y
bloques de granito, materiales
muy abundantes en el área de
Lucus Augusti. Los
constructores de la Muralla
encontraron en la pizarra un
elemento semejante a sus
ladrillos de cerámica, y
emplearon el granito, sobre
todo para reforzar las torres que
flanqueaban las puertas.
5. FOSO E INTERVALLUM
La Muralla formaba parte de un auténtico complejo defensivo integrado por un foso,
la propia Muralla y el Intervallum.
EL FOSO:
la topografía del terreno y el foso eran los primeros elementos defensivos que debía
salvar el asaltante. El foso que encontramos en Lugo es el único ejemplo de
construcción de fosos de Hispania y su trazado corre paralelo a la Muralla. Posee una
anchura de 20m y una profundidad de 4m con respecto al suelo original. Su existencia
pudo documentarse en 1987.
EL ITERVALLUM:
el último obstáculo que debía salvar el asaltante, tras el foso y la Muralla, era el
Intervallum. Complementario de las otras dos defensa, se situaba ya dentro del
recinto. Constituye un espacio comprendido entre la Muralla y la primera línea de
edificaciones urbanas, que representaban la última defensa posible.
7. LAS PUERTAS
Para entrar y salir del recinto
amurallado se usaban diez
puertas, cinco antiguas y otras
tantas modernas. Estas últimas
fueron abiertas a partir de 1853
por necesidades del
crecimiento urbano. Seis de
ellas son peatonales, mientras
que en las otras cuatro se
permite la circulación de
tráfico.
8. DATOS SOBRE LAAUTORA
NOMBRE: SORAYA GÓMEZ BANDE
COLEGIO: NUESTRA SEÑORA DE LAS ESCUELAS PÍAS.
MADRID (CARABANCHEL)