El documento describe una investigación sobre posible tráfico de influencias entre el segundo vicepresidente Omar Chehade y el Grupo Wong para desalojar a los trabajadores de la azucarera Andahuasi. Se menciona que Chehade se reunió con personas influyentes que podrían haber favorecido a Wong, aunque este último niega conocer a Chehade. También se cuestiona por qué Chehade no renuncia a su puesto si las acusaciones en su contra no son éticas.
1. Azucarera Wong
Se escondió bajo la mesa, involucró al segundo vicepresidente,
Omar Chehade, y a unos miembros de la PNP. ¿Para qué? para
ejecutar el desalojo de la azucarera Andahuasi y favorecer al
Grupo Wong. Tráfico de influencias, le llaman.
Omar Chehade tiene las de perder porque según las últimas
investigaciones, él se habría reunido con distintos personajes en
su despacho del Centro de Lima que tendrían influencias sobre la
mencionada azucarera.
Por otra parte, Efraín Wong, director del grupo Wong, y supuesto
favorecido en el tráfico de influencias por el que Chehade es
acusado, dice no conocerlo. Y, como si fuera poco, dijo que no
asistirá a ninguna citación para resolver este caso. Hay entonces,
con su declaración, indicios más lógicos que necesitan más pruebas
para corroborar lo que a miles de metros apesta: delito.
Si no fuera por esa reunión con altos mandos, Chehade, que hasta
hoy considera solo fue un reunión social, común y silvestre, no
estaríamos dudando de él, sino que continuaríamos en la
incertidumbre y a la espera de otro escándalo que quizá vuelva a
protagonizar él debido a su descubierto Hobbie.
De alguna manera me atrevo a pensar que Wong fue muy mañoso para
tocar a un vicepresidente y utilizar su mal llamada influencia
para desalojar a todos los trabajadores de la azucarera. ¡Por qué
no lo logró con todos sus abogados! Y ahora dice que solo quiere
que se respete la ley.
Hubo un pequeño remesón dentro del estado. Chehade culpa a
Guillerno Arteta de conspirar contra el Gobierno porque lo acusó
primero, y también de quesu honestidad sea cuestionada por todos.
Pero si todo es antiético ¿Por qué Omar Chehade no renuncia? Se
preguntan varios ya que invicto no está y en otros lugares, los
vicepresidentes o altos funcionarios renuncian y aceptan su
responsabilidad. Hablar de que no estuvo bien y de que no
renunciará,a menos que sea a la fuerza, está de más.
Por último, sigue disfrutando ser Vicepresidente, si nofuera de
esta forma, y si fuera congresista, sería menos rígida la cosa. O
a duras penas se habría formado ninguna comisión de éticasabiendo
como son acá.
Kevin Morán