El Realismo Social es un movimiento de postguerra que nos
da algún respiro frente a la escabrosidad y maldad que
aparece en el Tremendismo. Además aunque se desarrolla
en una España aún bastante dañada por la Guerra Civil este
se sitúa en un momento en el cual el país se empieza a
recuperar a pesar de que muy efímeramente pero ya es un
inicio hacia la recuperación después del grado de
destrucción y pesimismo que hay durante la primera
generación de postguerra.
El Realismo Social fue un género literario que correspondió a
la segunda generación novelística de la postguerra (la
primera es el Tremendismo). Se inicia en España durante los
años 50 y por eso también se la conoce como la generación
de medio siglo. Tratan de reproducir fielmente la realidad
social en la que se encuentran: intención social y estética
realista son las dos características básicas de esta literatura.
Dentro de la novela social es habitual distinguir dos corrientes
distintas: el objetivismo y el realismo crítico.
El objetivismo tiene como modelo la narrativa conductista
norteamericana,y la nouveau roman francés, del que toman
técnicas como el objetivismo de las descripciones, la
narración en tiempos simultáneos, la importancia del entorno
y de los objetos, etc.
Hay una clara influencia del cine: La objetividad del
narrador (es una cámara de cine que capta), los diálogos y
las conductas (behavorismo) para construir el ambiente y la
mentalidad, lenguaje con variados registros.
La crítica social deriva y se desprende del retrato de los
males o deficiencias sociales del momento.
Recoge las preocupaciones sociales y abandona la visión
existencial de la década anterior.
Otras características son:
Predominio del diálogo, evitándose así la aparición del
narrador. Los personajes quedan así caracterizados por sus
hechos palabras o actitudes externas, evitándose buscar en
el interior de ellos.
Condensación espacial y temporal. Las novelas se
desarrollan en un único lugar o en lugares que cambian
poco. La narración se desarrolla en presente y la acción
dura poco tiempo.
Protagonistas individuales representativos de una clase
social, centrándose la acción en grupos humanos muy
concretos.
Linealidad narrativa. El desarrollo de los sucesos tiene un
orden lineal temporal, sin saltos al pasado o al futuro.
Además hay multitud de pequeñas historias que, en su
conjunto, le dan la trascendencia a la novela.
“La mañana sube, poco a poco, trepando como un
gusano por los corazones de los hombres y de las
mujeres de la ciudad; golpeando, casi con mimo,
sobre los mirares recién despiertos, esos mirares que
jamás descubren horizontes nuevos, paisajes nuevos,
nuevas decoraciones. La mañana, esa mañana
eternamente repetida juega un poco, sin embargo, a
cambiar la faz de la ciudad, ese sepulcro, esa cucaña,
esa colmena. ¡Qué Dios nos coja confesados!”
Fragmento de La Colmena, Camilo José Cela.
Cela transmite la realidad tal y como es, una representación
concreta de la realidad. En este caso describe el amanecer
o la mañana, destaca la importancia del entorno, nos relata
como cada mañana el amanecer expone nuevas
esperanzas para las personas y descubre mirares monótonos.
Hace una crítica de Madrid comparándolo con un sepulcro,
una colmena. Transmite el sentimiento de que Madrid está
muerto, es una ciudad sin vida, donde siempre ocurre lo
mismo.