La leyenda cuenta de una mujer pobre que escuchó una voz en una caverna diciéndole que podía tomar todo lo que quisiera dentro de ocho minutos, pero no debía olvidarse de lo principal. Al entrar, se fascinó con el oro y las joyas, olvidándose de su hijo. Cuando salió, la puerta se cerró para siempre, dejando a su hijo adentro. Al igual que nosotros tenemos solo ochenta años de vida antes de que se cierre la puerta, no debemos olvidarnos de lo realmente importante como