El documento habla sobre la abundancia y cómo esta es una actitud más que una condición. Explica que la abundancia está disponible para todos en forma de salud, amor, perdón y bienes para la subsistencia. También menciona que tener abundancia sin compartirla es egoísta y que es importante mirar a quienes están a nuestro lado. Finalmente, enfatiza que la verdadera pobreza está en la mente y que debemos esforzarnos por alcanzar y compartir la abundancia.
1. “ Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman” 1 Corintios 2:9 “ Siempre he querido tener y al ver a uno que no tiene nada. Silencio” LA ABUNDANCIA …
2. VIVIR PARA LA ABUNDANCIA O LA ABUNDANCIA PARA VIVIR La abundancia no es una condición, sino una actitud. Hace mucho tiempo leí que no se puede pedir teniendo el vaso lleno, habrá que gastar, dar, entregar, vaciar del liquido que está en el vaso para que se pueda volver a llenar. Sería deshonesto pedir más teniendo suficiente. En lo espiritual, que es lo que a nosotros atañe, la abundancia es universal. Todos deben tener abundancia de salud, de cariño, de amor, de perdón, de bienes para la subsistencia … De todo. Aunque no tener abundancia no es castigo, mucho menos, una racha de” mala suerte” palabra diabólica que debe ser quitada de nuestro lenguaje de creyentes y llenos de esperanza en Dios. “ Siempre he querido tener y al ver a uno que no tiene nada. Silencio”
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6. “ Siempre he querido tener y al ver a uno que no tiene nada. Silencio” P. Marcelo Mirándonos … La pobreza ha sido y será un grave problema para el mundo, pero cuando esa pobreza está en la mente las personas se ranchifican. Es decir, que se acostumbran a vivir y ser pobres y no les queda otra cosa que pedir y pedir siempre. Y ese ejercicio de pedir nos ocupa todo el tiempo y no nos queda tiempo para progresar. Cuando la gente, las personas no se aprecian, no se quieren se sienten extremadamente pobres y por tanto, incapaces de salir de esa situación. Pero hay otros, que viven con “rabia” porque hay otros que tienen y esto les produce mucha tristeza e incluso, les obliga a robar o tomar lo que nos les pertenece. Cuando visito a los pobres noto: que duermen en muy mal estado y la cocina da lástima, pero su equipo de sonido y la nevera son de altísima belleza y calidad. Se me viene a la mente aquel proverbio Árabe: "Yo me quejaba porque no podía comprarme zapatos, hasta que conocí a un hombre que no tenía pies.“ Por lo tanto, la abundancia no es un golpe de suerte. Es una lucha que nos pertenece a todos alcanzar, compartir para poder saborear con dignidad.