2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
Humildad
1. “Vale más ser de baja condición y codearse alegremente con personas
humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente
pesadumbre y llevar una dorada tristeza.”
William Shakespeare
LA HUMILDAD
Cierto día un hombre cruzaba por el parque de repente lo llamo la atención un mendigo que
estaba sentado en uno de los bancos más retirados del lugar viendo dos palomas revolotear
cerca del estanque y le pareció curioso ver a un hombre de aspecto abandonado, mirar las
avecillas con una sonrisa en la cara que parecía eterna.
Se acerco a él con la intención de preguntarle por qué estaba tan feliz.
Quiso también presumir un poco al conversar con él mendigo para sentirse más orgulloso
de sus bienes y sentirse afortunado de su posición económica y social, como es normal una
persona miserable busca otro persona más miserable para sentirse bien, este hombre al que
no le faltaba nada, tenía herencias que le producía mucho dinero, tenía hijos que poseían lo
que deseaban. En fin del dinero que producía sus herencias, no le faltaba nada a su familia.
Se acerco entonces al mendigo y le pregunto:
- ¿Caballero que pediría usted como deseo en su cumpleaños?
Pensando que el mendigo le respondería… ¡que dinero!
El hombre estaba con unos billetes en las manos para listo entregárselos y paso para hacer
la obra de caridad del año.
El hombre quedo asombrado cuando el mendigo le contesto lo siguiente con la misma
sonrisa en su rostro que no se le había borrado y nunca se la borro.
-Amigo, si pidiese algo más de lo que tengo sería muy egoísta, yo ya he tenido de todo lo
que necesita un hombre en la vida y más. Vivía con mis padres y mi hermano antes de
perderlos una tarde de junio, hace mucho, conocí el amor de mi padre y mi madre que se
desvivían por darme todo el amor que les era posible dentro de nuestras limitaciones
económicas. Al perderlos, sufrí muchísimo pero entendí que hay otros que nunca
conocieron ese amor.
Cuando joven conocí una niña de la cual me enamoré perdidamente, un día la besé y estalló
en mí el amor hacia aquella joven tan bella que cuando luego se marchó, mi corazón sufría
tanto... Recuerdo ese momento y pienso que hay personas que nunca han conocido el amor
y me siento mejor.
Un día en este parque un niño correteando cayó al piso y comenzó a llorar, yo fui, lo ayude
a levantarse, le sequé las lágrimas con mis manos y jugué con él por unos instantes más y
aunque no era mi hijo me sentí padre, y me sentí feliz porque pensé que muchos no han
conocido ese sentimiento.
Cuando siento frío y hambre en el invierno, recuerdo la comida de mi madre y el calor de
nuestra pequeña casita y me siento mejor porque hay otros que nunca lo han sentido y tal
2. vez no lo sentirán nunca. Cuando consigo dos piezas de pan comparto una con otro
mendigo del camino y siento el placer que da compartir con quien lo necesita, y recuerdo
que hay unos que jamás sentirán esto.
Mi querido amigo, qué más puedo pedir a Dios o a la vida cuando lo he tenido todo, y lo
más importante es que estoy consciente de ello.
Puedo ver la vida en su más simple expresión, como esas dos palomitas jugando, ¿qué
necesitan ellas? lo mismo que yo, nada... Estamos agradecidos al Cielo de esto, y sé que
usted pronto lo estará también.
El hombre miro hacia el suelo un segundo como perdido en la grandeza de las palabras de
aquel sabio mendigo que le había abierto los ojos en su sencillez, cuando miro a su lado ya
no estaba el mendigo, sólo las palomitas y un arrepentimiento enorme de la forma en que
había vivido sin haber conocido la vida y por la manera en que trataba a las personas. Jamás
pensó que aquel mendigo era tal vez un ángel o quien sabe dios, pero le dio el regalo más
precioso que se le puede dar a un ser humano... la Humildad
No te avergüences de ser humilde. La humildad es el conocimiento perfecto de
lo que somos y podemos, sin ilusionarnos con cualidades que no tenemos.
Humildad no es postura del cuerpo ni tono de voz: es una actitud del espíritu,
que sabe lo que es y lo que puede, y que no requiere que los demás la vean: vale
por sí misma. ¡Por lo tanto, sé humilde!
1. Al estar consciente de todas las cosas buenas que poseemos, ya no existe la
necesidad de sufrir por la envidia hacia otras personas. Quien aprende a
realmente ser humilde, logra vivir una vida más feliz.
2. Al estar en armonía con uno mismo, se está dispuesto a mostrar honor y
aprecio hacia otras personas. Valorarse a sí mismo trae aparejado valorar a los
demás.
3. La falta de humildad causa enojo y engendra peleas; la humildad crea
serenidad y tranquilidad.
4. Con humildad se desarrolla la capacidad de admitir las equivocaciones, ya
que se elimina el miedo a sentir que uno no vale nada. Al conocerse a sí mismo,
la crítica se transforma en una posibilidad de crecimiento.
5. Con humildad, es más fácil perdonar a otros rápidamente.
6. Humildad es apreciar lo que tenemos, es tener conciencia de que todo es un
regalo
Autor: Vinicio Irigoya