2. Mas el Dios de toda gracia,
que nos llamó a su gloria
eterna en Jesucristo, después
que hayáis padecido un poco
de tiempo, él mismo os
perfeccione, afirme, fortalezca
y establezca.
1 P. 5:10
3. La razón de su
esperanza de recibir lo
que pide, está
contenida en el título
que utiliza para dirigirse
al Señor su Dios: "MAS
EL DIOS DE TODA
GRACIA, que nos llamó
a su gloria eterna en
Jesucristo."
4. Las cuatro joyas son
estas: Perfección,
Afirmación,
Fortalecimiento,
Establecimiento.
El negro paño de realce sobre
el que están colocadas, es
este: "Después que hayáis
padecido un poco de
tiempo."
5. Ahora la primera joya
resplandeciente en esta
diadema es la
perfección.