El documento describe tres cualidades clave para una secretaria: responsabilidad, entusiasmo y discreción. La responsabilidad implica reflexionar y valorar las consecuencias de sus actos de acuerdo con principios morales. El entusiasmo se refiere a la exaltación del ánimo por algo admirable. Y la discreción es vital dado que una secretaria tiene acceso a información reservada y debe mantener los documentos en privado y ser prudente con la información.