Los sistemas operativos han evolucionado a través de cuatro generaciones para mejorar su desempeño y efectividad. En las primeras décadas no había sistemas operativos, luego aparecieron los sistemas por lotes para administrar mejor los recursos. Más tarde surgieron los sistemas compartidos con multiprogramación. Finalmente, los sistemas de la cuarta generación constituyen el estado actual con redes y procesamiento en línea.