EL AMOR No se mendiga, más bien es quien busca, sorprende, atiende e insiste. No mide la entrega y persevera hasta el fin. Nunca olvida, ni es indiferente, cumple sus palabras y y es honesto con quien ama. Golpea las puertas cerradas, y cree que todo es posible. Llora con lágrimas de silencio, y se oculta tras cualquier sonrisa. Siempre transmite paz y se aleja con huellas de espera, hasta que pueda volver a renacer. No descansa en las derrotas, y siempre está de fiesta con el amado. Espera, llama, busca y no olvida que vive para vestirse de eterno y soñar que algún día... lo que espera, será realidad, será luz, será eterno. Autor: P. Guillermo Serra, L.C