El bautismo es el primer sacramento que reciben los cristianos y sirve para iniciarlos en la religión, perdonarles el pecado original y recibir el Espíritu Santo. En la aplicación del bautismo se utilizan símbolos como el agua, que purifica el alma como limpia el cuerpo, y el aceite o crisma, que suaviza la piel y el alma para fortalecer la fe.