1. Antes de comenzar, toma en cuenta esto:
Los Sacramentos son signos visibles, de gracias visibles de Dios.
El Señor sabe que, como personas, utilizamos nuestros sentidos para
percibir y conocer las cosas. Por eso, utiliza signos como el agua, la luz, el
pan para señalar la presencia de su Gracia.
Los Sacramentos confieren gracias especiales en momentos claves de la
vida humana
Los Sacramentos son 7 y se dividen en:
Sacramentos de Iniciación: Bautismo, Eucaristía y Confirmación.
Sacramentos de curación: Penitencia y Unción de los Enfermos.
Sacramentos de servicio: Matrimonio y Orden sacerdotal.
Jesús es el verdadero Sacramento, pues a través de El conocemos la
divinidad de Dios, quien se comunica con nosotros, manifestando la plenitud
de su Gracia y su bondad.
Los más importantes, el bautismo, la Eucaristía y la Penitencia.
Pero el Sacramento por excelencia, es la Eucaristía en la que el mismo
Cristo, fuente de los sacramentos, se nos entrega.
El Bautismo, la Confirmación y el Orden imprimen un carácter indeleble.
Los Sacramentos no son necesarios para Dios, pero si para los hombres, ya
que son necesarios para la salvación.
Es Jesús quien instituyó los Sacramentos.
Los Sacramentos son signos de la gracia y causativos de ella.
Los Sacramentos son un encuentro con Cristo.
Es una forma en que Cristo se comunica con los hombres.
2. Los Sacramentos son una unidad de materia y forma
La materia es los que se hace, e incluye el objeto que los significa (agua, luz,
aceite, etc)
La forma, las palabras que se dicen.
Los Sacramentos requieren de un Sujeto que los recibe y un Ministro que
los administra.
El ministro es un instrumento de Cristo, que administra los Sacramentos; Lo
hace con todo el poder que procede de Cristo a través de la Iglesia.
Para recibir válidamente los Sacramentos, es necesaria una disposición
básica de Fe y de respuesta positiva a la gracia ofrecida, por parte del
Sujeto, así como la intención honesta del ministro del sacramento.
Los Sacramentos tienen una eficacia objetiva.
Tienen poder independientemente de la santidad del ministro que lo imparte
o el sujeto que lo recibe
Los sacramentos otorgan:
Gracia Santificante: Es otorgada en el Bautismo y Penitencia, aunque
engrandecida por los demás sacramentos, ya que estos deben de ser
recibidos en estado de amistad con Dios. Es un don habitual que nos permite
una disposición estable y sobrenatural, que perfecciona el alma para hacerla
capaz de vivir con Dios
Las gracias sacramentales son dones propios de los diversos sacramentos.
El carácter Sacramental es una señal o marca espiritual imborrable y
permanente, conferida por el bautismo, la confirmación y el orden sacerdotal.
Sólo se reciben una vez en la vida.
3. ¡Espero que disfrutes de los regalos que el Señor nos ofrce!
No hay que confundir los sacramentos con los sacramentales que son signos
sagrados que expresan efectos espirituales, obtenidos por la Iglesia, que
disponen a las personas a recibir las gracias de los sacramentos y santifican
las diversas circunstancias de la vida (Medallas, rosarios, escapularios, etc.