El documento habla sobre un tren alegórico llamado "tren del aprendizaje y de la evolución" que tiene varios vagones donde las almas viajan para adquirir experiencias que les permitan evolucionar. Cada vagón ofrece condiciones diferentes y está acompañado por un maestro. A medida que las almas completan experiencias, avanzan de los vagones traseros a los de adelante, finalizando cada encarnación. Algunas almas nacen directamente en vagones más adelantados, perdiéndose experiencias, a

1. Quiero compartir una espacio donde a la verdad en uno de los
vagones del tren de la vida
Me paso lo siguiente resulta que en una de las capacitaciones que
doy hoy en día con el Ministerio de Educación.
Resulta que pasando lista encontré que una de las maestras que
estaba por ahí anotada era una de las maestras que me dio clases
en mi educación Básica, resulta que ella siempre estaba dando
Primer Ciclo y siempre en la misma escuela a la cual donde Salí en
aquellos entonces, con el correr de los años todos aquellos que
fueron mis docentes de Educación Media cambiamos los roles de
Estudiante a Docente a Colega colega.
Es especial llegar a compartir esta experiencia pues a la verdad con
el correr de los años la moneda da vueltas.
El tren de la vida comparto Att. Julio Mendoza

2. Es por ello que deseo compartir este siguiente
mensaje: imaginamos un tren con varios
vagones, los cuales están unidos entre si. Es el
“tren del aprendizaje y de la evolución”.
Normalmente se accede a él por los vagones de
cola y se abandona por los de cabeza. Las almas
que desean evolucionar de un modo especial -lo
cual solo pueden hacer en este “tren terrenal del
aprendizaje”- esperan junto a la puerta trasera
que se les permita acceder. Saben que a lo largo
del casi interminable viaje por la eternidad que
emprenderán, aprenderán y experimentarán
muchas cosas y que esto solo pueden hacerlo
precisamente en este tren.

3. Para pasar de los vagones
de atrás a los de en medio y
para poder abandonar
algún día el viaje de
aprendizaje desde los
primeros vagones, deben
de realizarse determinadas
experiencias y pruebas.
Cada alma establecerá el
ritmo al que quiere vivir el
proceso. Nadie las urge a
hacerlo a una determinada
velocidad; solo están
obligadas con ellas
mismas.

4. El equipamiento de los vagones difiere de
uno a otro, ofreciendo así diferentes
condiciones para garantizar un entorno
óptimo para el aprendizaje, adaptado al
nivel de evolución de cada alma. Por otro
lado, los vagones están cargados con
diferentes frecuencias energéticas, de
acuerdo con los campos energéticos de
las almas que viajan en ellos. Cada vagón
está acompañado por un maestro.

5. Las almas que se encuentran en los primeros
estadios de evolución se ven confrontadas a
tareas diferentes de las que acometen las almas
que viajan en los vagones centrales o de cabeza.
Tan pronto como finalizan una encarnación,
abandonan el vagón en el que viajaban y acceden
a la siguiente encarnación, para continuar el viaje
de aprendizaje y de evolución.

6. Por supuesto que también hay almas que, por diversas razones, reúnen
todos los requisitos para, ya desde el principio, subir al tren por los vagones
centrales, algunos incluso toman asiento en los primeros. A estas almas las
llamáis “niños índigo” o “niños de cristal”. Estos niños se saltan los últimos
“vagones de evolución”, por lo que naturalmente les faltan algunas
experiencias que solo pueden adquirirse viajando en esa parte del tren. A
causa de ello, a veces se sienten algo extraños y desplazados en sus
compartimentos, pese a que reúnen todos los requisitos para estar ahí.
Es por ello que si algún dia este servidor puede apoyarte cuenta con ello
para hacerlo atentamente Julio Armando Mendoza Cruz