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Sea como sea, hay algunos detallitos nuestros que les incordian. Que se fastidien, pensarás.
Pues sí, que se fastidien. Pero por si a caso algún día quieres cantarles las cuarenta, te
mostramos la lista de “cosas que nosotras adoramos y que ellos NO soportan”.
La moda en general. ¿Por qué insisten tanto en acompañarnos de tiendas cuando a la
media hora ya están con una cara más larga que la Torre Eiffel? ¿Por qué? Es algo que
nunca entenderemos. Si fuera por ellos, reciclarían veinte años el mismo armario.
Los maxi bolsos en especial. Pobresbolsos, ¡qué culpa tendrán! A nosotras nos encantan y
nos parecen un graninvento en la humanidad. Y ellos lo único que ven de grande son los
nervios que acumulan mientras esperas a que encuentres el teléfono y se lo descuelgues.
¡Pero qué egoístas!
Bailar como locas es nuestra pasión. A todas las mujeres nos pirra bailar. Lo que pasa es
que ellos ven en el baile un signo de debilidad. ¿A sí? Pues de más débiles es tirarse
delante de la tele 90 minutos y gritando como locos a una pantalla. ¿Qué se han creído?
Los cotilleos son algo innato en las mujeres. No hay ni una que no haya chismorreado en su
vida. Para ellos, comentar sobre algo o sobre alguien, es muy sucio. Lo que no saben es
que nosotras sabemos que comentan sobre sus jugadas sexuales. ¡La boquita también les
pierde!
Todas las mujeres hemos asistido a la Escuela del Espionaje Profesional. Y aplicamos
nuestras técnicas aprendidas en las redes sociales. Fotos, comentarios, mensajes…
Tendremos que practicar, ¿no? A ellos, que no lo entienden, en realidad les molesta porque
más de un secreto se cuentan por aquí.
¡Qué bonito es emocionarte, reírte y llorar al mismo tiempo! Ellos, en cambio, dan la mano.
Nosotras no tenemos la culpa de que sean secos y escondan sus sentimientos. Si tienen
miedo a parecer menos masculinos, allá ellos.
Los perros pequeños. Son una monada. Donde tú ves un ser divino, frágil y pequeñito, ellos
ven una rata. Les enrabia que les hablemos como si fuesen bebés. Pero shhhhhh, en la
intimidad ellos también lo hacen.
La preocupación por mantener la línea es algo totalmente femenino. Ellos se burlan de esto,
pero al mismo tiempo nos machacan con comentarios como: te has pasado este findeo
muchas tapitas te has zampado tú eh. Bueno, todas sabemos que no somos nosotras
quienes pasamos cinco horas al día en el gimnasio.
Somos indecisas, sí, y cambiamos de opinión rápidamente, también. Ellos se preguntan a
qué jugamos por qué nunca saben qué estamos pensando. Odian que algo se les escape de
2. su control.
La paciencia es un don. Un don del que ellos carecen. Las chicas aprovechamos hasta el
último segundo, claro que sí. ¿Para qué quieren llegar al encuentro diez minutos antes, si no
habrá nadie aún?
La raza humana podría dividirse mejor en raza humana femenina y raza humana masculina.
Somos muy distintos. Y nosotras, aunque les ponemos verdes entre amigas, les
respetamosasí, tal como son. Pero ellos son tan brutos que te demuestran cualquier cosa
que les parece mal. La conclusión es sencilla: ¡que se apañen! Y tranquila, siempre vuelven,
porque se dan cuenta de lo mucho que nos n
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