Un árbol especial en el bosque siempre se negaba a dejar que los animales se refugiaran o alimentaran de él. Cuando un oso cansado buscó sombra bajo el árbol, este se enfadó y le dijo que no quería verlo por ahí. Luego, cuando una ardilla trepó a sus ramas en busca de comida, el árbol agitó violentamente las ramas gritando "¡no!", haciendo que la ardilla cayera al suelo y huyera asustada.