El autor ve a su papá, Camilo Castellanos, como su modelo a seguir debido a que es una persona luchadora que nunca se rinde a pesar de caerse muchas veces, es inteligente y piensa bien antes de actuar para lograr sus metas de manera efectiva, es muy solidario y está dispuesto a ayudar a otros incluso si eso significa sacrificio propio, y es humilde pues no se siente superior a nadie.