Las máscaras faciales se han convertido en un elemento esencial para detener la propagación del COVID-19. Sin embargo, existen desafíos en cuanto a su comodidad y ajuste, lo que puede afectar su uso generalizado y efectividad. Los diseñadores están explorando nuevos enfoques, como máscaras con capas adicionales de materiales y formas que se ajustan mejor a la cara, para crear opciones más cómodas que la gente quiera usar.