1. Bioy Casares: Elogio a la ironía.
Por Luis Alberto Cifuentes
“Está en Bioy, como en Borges y Cortázar, esa duda fantástica y barroca: la
confrontación entre el objeto y su reflejo, la imaginación y la percepción, el sueño y
la vigilia, la locura y la cordura, la obra y el autor”
Mariana Guzzante
Seducía con su escritura fantástica, su cercanía con Borges pudo de cierta forma
opacar su obra, no obstante, la revalorización de su literatura lo ha ubicado como
uno de los escritores argentinos más importantes del siglo XX. Adolfo Bioy
Casares, nacido el 15 de septiembre de 1914. De familia acomodada que le
permitió acercarse y dedicarse a la literatura. Juega con el sentido del humor, la
ironía y el desahogo, lo que le otorga una singularidad inconfundible.
Recuerdo de las sierras, es un cuento que ha manera de recuerdo, es narrado por
a una sola voz, que hace las veces también de personaje principal. Su amor
platónico por violeta, hace que, a petición de su esposo, sin dudarlo la acompañe
durante sus vacaciones en las sierras de Córdoba, por una equivocación; el hotel
les asigna la misma habitación, avivando las esperanzas de un posible
acercamiento con Violeta. Las vacaciones transcurren en medio de
decepcionantes días en los que la relación con Violeta sigue igual y únicamente ve
llegar posibles rivales en su camino al corazón de la mujer. Termina con una
decepción mayor; medio borracho, mientras simula estar dormido, ve como Violeta
sostiene relaciones con Petit Bob, un francés que también se aloja en el hotel.
Bioy juega con la ironía y el humor dentro de la narración, en este cuento da una
clara perspectiva de la cara oscura del amor, como lo afirma Octavio Paz: “El amor
–en Bioy Casares- es un percepción privilegiada, la más total y lúcida, no solo de
la irrealidad del mundo, sino de la nuestra”. Un eterno enamorado que nunca
consigue conquistar el corazón de su amada, sin embargo, Bioy no se queda ahí,
muestra ese amor decepcionante y la negación por parte del personaje, quien a
2. pesar de todo guarda las esperanzas de que los tragos hayan jugado con su
mente. El cuento da un giro dramático obteniendo un final sorpresivo, las
segundas intenciones del personaje principal se ven frustradas, dando como
resultado no sólo la traición a su marino, sino la decepción a quién pretendía
consumar con ella esa traición.
En Margarita o el poder de la farmacopea, observamos a un Bioy diferente, si bien
la narración también tiene lugar con una sola voz que es el personaje principal, en
este caso un farmacéutico, este cuento, a diferencia de Recuerdo de las sierras,
raya con la ficción. Inicia con el cumplido a manera de ironía, que le hace un hijo a
su padre: “A vos todo te sal bien” ironía que va a manejar a lo largo del cuento, en
el que un farmaceuta a causa de la enfermedad de su nieta, teme por su muerte,
crea un tónico que es capaz de devolverle el apetito, con lo cual la alivia, pero el
apetito se vuelve tan voraz que provoca el asesinato de toda su familia, (hijo,
nuera y nietos).
El final le da la característica de ficción al cuento. Una niña de dos años termina
asesinando a los miembros de la familia, Bioy muestra como el triunfo del
farmaceuta, con la creación de su tónico, desencadena muerte, la cual le es
reprochada por su hijo agonizante: “Margarita no tiene la culpa”, recalcando el
papel irónico del triunfo que había discutido anteriormente con su nuera.
Excelente ironía, macabro sentido del humor y una fantasía a veces muy cercana
a la realidad, nutren los escritos de Bioy. Nos adentra a su literatura con una
narrativa que parece estuviera dirigida singularmente para cada persona, no al
estilo de Arlt, pero que enmarca los diálogos y los sucesos de tal forma que se
presenta de una manera tan sencilla y sorpresiva a la vez, que da contundente
nocaut al lector.