2. HERRERASAURUS
Tenía el cuello flexible, ojos
grandes, dientes filosos y
cola larga, que le aseguraba
el equilibrio. Sus fuertes
patas traseras dejaban libres
sus brazos para atrapar a las
presas.
3. PLATEOSAURUS
Medía ocho metros de
largo , probablemente
pasaba gran parte del
tiempo en cuatro patas;
pero, en algunas
ocasiones, sus largas y
poderosas patas traseras
le permitían erguirse
pasa tomar los alimentos
que se encontraban en la
cima de los árboles, o
hasta correr cortas
distancias en dos patas.
4. COELOPHYSIS
Medía tres metros de largo y
vivió en lo que en la actualidad es
el sur de los Estados Unidos. Tenía
la cabeza larga y estrecha y
dientes aserrados y filosos, que
utilizaba para devorar lagartos y
otras presas pequeñas.
Su cuerpo delgado estaba
adaptado a correr a gran
velocidad.
5. STEGOSAURUS
Se desplazaba
lentamente y medía 10
metros de largo. Vivía
en América del Norte y
tenía una doble fila de
placas óseas, con la
forma de un diamante
que recorrían su lomo.
También, poseía varias
espinas en la punta de
la cola, con las que
podía golpear
ferozmente a su
atacante.
6. PLACODUS
Fue uno de los primeros reptiles
marinos. Vivió en las aguas
superficiales de la costa. Con
excepción de su larga cola,
parecida a la de los peces, era muy
similar a un reptil terrestre, con
cuello corto, cuerpo pesado y
patas desgarbadas. Utilizaba sus
poderosas mandíbulas para
triturar crustáceos.
7. ICHTHYOSAURUS
Abundó en las aguas cálidas que
cubrían gran parte de la Tierra. Al
igual que los delfines modernos, el
ictiosaurio estaba perfectamente
adaptado al deslizamiento a través
del agua, con largas aletas para
orientar el rumbo y fuerte cola para
impulsarse.
8. PLESIOSAURIO
Se alimentaba de peces y
calamares, lanzando su cuello
flexible y largo hacia atrás y hacia
delante para atrapar a su presa.
Pasaba la mayoría del tiempo en el
agua, y se dirigía a la costa
solamente para poner sus huevos.
9. IGUANODON
Medía 9 metros de longitud y
tenía dedos con garras y gran
pulgar en forma de púa.
Caminaba en cuatro patas,
irguiéndose sobre las traseras
para correr a toda velocidad y
poder alimentarse de las hojas
ubicadas en lo alto de los
árboles, o para usar su dedo
en forma de garra para
defenderse.
Cuando se alimentaba, su pico
sin dientes podaba las hojas.