Los pterosaurios eran reptiles voladores de tamaños variados, desde pequeños como gorriones hasta grandes con alas de autobús. Tenían huesos pectorales y alas de piel que usaban para volar, pescar, escapar de depredadores y anidar. Los pterosaurios marinos incluían a los ictiosaurios con cuerpos de pez que nadaban atrapando peces, y a los dinosaurios marinos más parecidos a lagartos que también cazaban en el mar.
2. Algunos eran pequeños como gorriones, y otros, tan grandes que cada ala medía tanto como un autobús.
Como las aves actuales, volaban, ponían huevos y tenían una vista muy aguda, con grandes ojos para divisar
mejor la comida desde el aire a distancia.
3. Estos reptiles tenían huesos pectorales con el objeto de sujetar los músculos que controlan los músculos de las alas.
Algunos podían batir las alas; otros simplemente planeaban.
Como los murciélagos actuales, las alas de los pterosaurios eran de piel y se extendían entre sus cuerpos y el final de un
cuarto dedo extremadamente largo. Los otros tres dedos de cada mano formaban unas garras situadas en la parte
delantera de cada ala.
4. Podían pescar peces o atrapar insectos. También podían escapar volando de los dinosaurios hambrientos, y
anidar en las alturas.
5. A veces el pterosaurio se posaba en el agua. Usaba la fuerza de las olas y el impulso de sus patas, moviéndolas
como las ranas, a fin de conseguir el empuje necesario para emprender el vuelo.
6. Los científicos pueden deducir cómo se alimentaba uno de estos animales comparando sus mandíbulas, dientes, que
casi todos los tenían, y tamaño corporal con los de los animales actuales. También se puede deducir si era un experto
volador observando la envergadura de sus alas y sus músculos.
7. La mayoría de los pterosaurios se tragaban a sus presas con tanta rapidez como podían, debido a que otros animales
acechaban para robárselas. Esta forma de comer tan precipitada les hacía tragar muchas materias imposibles de digerir,
como huesos, escamas y pieles duras que luego regurgitaban en forma de bolitas como los búhos.
8. Los pterosaurios ponían huevos. Quizá alimentaban y protegían a sus crías igual que las gaviotas actuales cuidan de sus
polluelos en los acantilados. Al salir del cascarón, las crías no podían volar porque su cabeza era demasiado grande y sus
alas demasiado pequeñas. Probablemente uno de sus progenitores les llevaba alimento y las vigilaba hasta que sus alas
eran lo bastante fuertes para volar y habían crecido lo suficiente para defenderse solas.
10. Ichtyosaurus: Significa reptil pez. En las mandíbulas tenía unos dientes largos y afilados. Al igual que sus
parientes los reptiles reptiles terrestres y los voladores, respiraba aire. Inhalaba el aire asomando las fosas
nasales fuera del agua.
11. Sus grandes cuencas oculares nos permiten suponer que tenía buena vista. Al a igual de los peces, no tenía
cuello. Esto les facilitaba el lanzamiento por el agua. La aleta dorsal ayudaba a que se mantuviera recto.
Nadaba moviendo las aletas, como las tortugas actuales.
12. Los mejores fósiles muestran que comía peces, marisco, moluscos, animales parecidos a los calamares y a las
gibas actuales. De vez en cuando, capturaba un pterosaurio o uno de su misma especie..
13. Sus crías nacían ya vivas dentro del agua, como las ballenas o los delfines. Una vez alumbradas, las crías
probablemente se unían al grupo y, por razones de seguridad, nadaban junto a los otros Ictiosaurios. Medía
unos 2 metros de largo.
14. Pero también existían otros tipos de dinosaurios marinos más parecidos a los terrestres. Nadaban por los mares junto a
los primeros ictiosaurios, pero no tenían el cuerpo acusado como ellos. Tenían los miembros anchos aplanados, y
probablemente los usaban para impulsarse por el agua, de una forma muy parecida a los perros de hoy. Tenían dientes
largos y afilados que perforaban la carne de los peces más escurridizos cuando los atrapaban con sus mandíbulas.
15. Tanystropheus: Significa reptil largo y flexible. Del cuello hacia abajo, tenía cuerpo de lagarto, con las patas extendidas
hacia los lados, pero su asombroso cuello era más largo que el cuerpo y la cola juntos. La curiosa forma de este reptil
sigue desconcertando a los expertos. Las crías vivían en tierra firme, en la costa de los mares interiores. Los adultos eran
tan largos como un cocodrilo mediano, y probablemente se aventuraban a menudo en el agua. Quizá usara su cuello de
serpiente y sus finas mandíbulas para atrapar peces. Desde la orilla, podía extender el cuello a cierta distancia sobre el
agua.