El graffiti moderno comenzó a desarrollarse a finales de la década de 1970 en Nueva York y Filadelfia, donde artistas como Taki 183, Julio 204, Cat 161 y Cornbread pintaron sus nombres o tags en paredes y estaciones de metro. Estos pioneros popularizaron el graffiti estadounidense y extendieron el estilo por todo el mundo, inspirando a miles de jóvenes artistas.