El dentista de la selva atendió por la mañana a un león con colmillos dañados que le faltaba un diente. Por la tarde, el dentista le dijo a su asistente que ya no recibiría más pacientes ese día, ya que un cocodrilo con más de cien dientes había acudido a su consulta y sería demasiado difícil de atender.