1. Un partido de rugby.
Todo empieza dos o tres días antes, cuando se avisa que se jugara. Tu cuerpo reacciona, el
corazón late más fuerte, las neuronas multiplican sus señales electromagnéticas, te sudan las
manos, tus pupilas quedan dilatadas y el vértigo se apodera de ti. El insomnio te ataca en las
noches, si logras dormir sueñas o con tus hermanos y en el partido, pierdes la noción del tiempo
porque los días se hacen eternos.
Es el día del partido, desde la noche anterior, tienes el uniforme de tu equipo listo para la
contienda; llegas a la cancha y te reúnes con tus hermanos. Contamos chistes, nos reímos, nos
colocamos las vestiduras como lo harían los guerreros del Medievo, nos miramos y notamos que
todos sudamos, aun nuestro corazón esta acelerado. Ese miedo antes del partido combinado con
las ansias de que el juez de el pitazo inicial.
Entramos juntos a la cancha para calentar, al otro extremo de ella, el rival, con que odio, con que
amor y respeto los miramos. Ya por el calentamiento nuestro cuerpo arde, el entrenador escoge a
los primeros guerreros que irán al campo, el capitán nos anima, el juez se acerca. ¡En cinco
minutos! nos reunimos como una manada, nos abrazamos, miramos al cielo, llevamos el alma a la
garganta y gritamos con gran ahínco el himno de nuestro equipo.
Salimos a la cancha, los que vemos al frente no son más que nuestros enemigos, ellos salen como
lobos hambrientos, pero no nos intimidan, nos acomodamos en la cancha el apertura toca, esa
pelota ovalada que despierta todo tipo de sentimientos. Suena el pito, la apertura patea y corremos
por ese balón como si corriéramos por nuestras vidas.
Se forman Line outs, Scrum, Rucks y mauls se hacen penales, Trys, tackles y conversiones.
En los Line outs, nos paramos en fila y el rival nos imita, ya lo tenemos entrenado, nombre de
números, comidas, posturas, animales, letras, sirven para distraer al rival y alzar a nuestro saltador
lo más alto, para recuperar la pelota.
En los Scrum, nos paramos los delanteros de cada esquipo, nos abrazamos y miramos fijamente a
los rivales que hacen lo mismo. ¡Se miran! ¡Se tocan! ¡pausa! ¡Forman!.Chocamos contra el rival
como un solo cuerpo, mientras el
Hooker talonea el balón, primeras, segundas y terceras empujan hacia adelante con todas sus
fuerzas.
Hay un Ruck, el que está más cerca de la jugada barre al rival que intenta robar del suelo la pelota,
otro llega y protege el balón y empezamos a avanzar de nuevo. Cuando los Rucks son encontrar,
vamos como toros a limpiar el camino hacia el balón, aunque dos gigantes hagan techo, los
ablandaremos y derribaremos.
Se forma un maul, nos unimos alrededor de la pelota para empujar hacia adelante, siempre
avanzando, aunque sean más fuertes.
Tackleamos y nos tacklean todo el tiempo, no importa el peso o agilidad el que lleva el balón
siempre ha de caer.
Trabajamos como hormigas desde el comienzo de a poco, avanzando centímetro por centímetro
para conseguir el anhelado try.
El partido finaliza, el resultado es indiferente, se ha luchado como verdaderos guerreros en la
cancha, los que al sonar el pito de inicio eran nuestros enemigos, ahora son nuestros amigos,
después de habernos, golpeado durante ochenta minutos nos dirigimos hacia ellos a abrazarlos y
darles las gracias por la heroica batalla brindada.
Nos acercamos, escuchamos a nuestro entrenador, nos miramos, nos abrazamos, sin importar si el
resultado fue favorable o adverso, llevamos nuestra alma a la garganta y gritamos el himno de
2. nuestro equipo.
Ya nuestro cuerpo molido y agotado, deja de latir tan fuerte, las pupilas vuelven a su normalidad,
el cerebro para su actividad, tenemos noción del tiempo, pero en lo único que pensamos es cuando
será el próximo partido.