El clima polar se caracteriza por temperaturas permanentes por debajo de 0°C, poca humedad y vientos intensos, lo que hace las condiciones de vida muy hostiles. Se da principalmente en los polos norte y sur, siendo más severo en la Antártida donde las temperaturas llegan a -80°C. También puede darse en altas montañas entre los 65° y 90° de latitud norte y sur.