1. (Londres, 1983 - 2011) Controvertida compositora y cantante de
soul británica, una de las grandes revelaciones de los últimos
años. Dotada de portentosas cualidades vocales que la llevaron a
un vertiginoso éxito, en febrero de 2008 arrasó en la entrega de
los premios Grammy al obtener cinco de los seis galardones a los
que optaba el segundo álbum de su carrera, Black to black , uno
de los mejores discos de la década.
Sus padres, Mitch y Janis, formaban una pareja de clase media-
baja aficionada al soul y al jazz. Muy pronto descubrieron que no
tenían autoridad para atemperar el endemoniado carácter de su
hija, una niña rebelde que exigía constante atención. La única
persona que parecía tener cierta ascendencia sobre la niña era
su abuela paterna, Cynthia, mujer carismática de quien el
trompetista Ronnie Scott estuvo enamorado durante años.
2. Del suburbio de Southgate, Amy pasó a vivir en East Finchley cuando sus
padres se divorciaron amistosamente en 1993. Por recomendación de la
abuela Cynthia, a quien llamaban Nan,
Amy se matriculó en la escuela de teatro de
Susi Earnshaw, en Barnet.
A pesar de que la expresión corporal se
le daba bien, y de que se le auguraba
futuro como bailarina, en la cabeza de
Amy había una sola obsesión,
triunfar como cantante.
3. Ya a los diez años lo intentó formando un dúo de rap al estilo
de las Salt'n'Pepa del que posteriormente no se sentiría
precisamente orgullosa. En 1995 se matriculó en la escuela de
teatro de Sylvia Young, de la que fue expulsada al año siguiente
por hacerse un piercing en la nariz. Sin embargo, la obstinación
de Amy la convirtió en una intuitiva cantante que adquirió
experiencia sobre el escenario ejerciendo como vocalista de la
National Youth Jazz Orchestra.
4. Bajo la tutela de su nuevo manager, Amy Winehouse viajó a Miami para conocer al productor
Salaam Remi, una autoridad del rhythm and blues que había trabajado con los Fugees y Lisa
Lopes, entre otros. Inmediatamente, fue contratada por la discográfica Island e invitada por
Remi a grabar en su estudio. El talento de Amy le permitió terminar su debut en un tiempo
récord, dado que casi nunca desafinaba y mantenía los tiempos con precisión, de modo que no
era necesario hacer muchas tomas para cada tema.
Frank (titulado así en honor a Sinatra) fue el primer álbum de Winehouse. Aparecido en 2003,
tuvo un éxito notable: disco de platino, fue nominado a los premios Mercury Music y ganó un
Ivor Novello Award en 2004 gracias a single Stronger than me. Con el dinero recaudado, lo
primero que hizo fue comprarse un piso en el barrio que más le gustaba, el de Camden. ¿Qué
podía hacer una joven de veinte años, con recursos económicos, una incipiente propensión a
los excesos y una casa para ella sola en uno de los barrios más bohemios de la City? De
momento, mantuvo una sospechosa simultaneidad entre su antiguo novio Tyler, un amigo
íntimo de personalidad quebradiza llamado Chris y otro oscuro compañero de fiestas que
pronto se convertiría en el amor de su vida: Blake Fielder-Civil.
5. Muchos dicen que fue Pete Doherty, cantante de The Libertines y compañero de
Kate Moss, quien ejerció de nefasto cicerone de la joven por los locales más
peligrosos de Camden. En esos años Amy tuvo libre acceso a las drogas y al alcohol.
Compartía piso con su primer novio, pero iba adueñándose de ella una fascinación
creciente por el problemático Blake, con quien inició un romance. "Necesito tener
problemas para sentir mi fuerza creativa", aseguró Amy al respecto.
Alternando períodos de anorexia y bulimia, bebiendo cada noche y saliendo sin
parar, Amy parecía alimentarse de su propia desgracia para salir adelante. Siendo
aún su manager, Nick Godwyn alertó a los padres de la cantante del peligro que
corría si no se la alejaba de su desordenado modo de vida.
La respuesta de Amy fue una violenta negativa
a dejarse ayudar.
6. En 2006 volvió a los estudios con una apariencia bien distinta de la de tres años
atrás: seis tallas menos y un rostro visiblemente demacrado. Paradójicamente,
su talento y su carisma parecían haber crecido. Todos los demonios que hervían
en el interior de la artista tuvieron salida en unas letras más oscuras que las del
álbum precedente.
Black to black, producido por Mark Ronson y triple disco de platino a las pocas
semanas de su aparición, puso de acuerdo a la crítica más severa y al gran
público. Arropada con una sobrecogedora producción de carácter retro
inteligentemente puesta al día, Amy desgranaba en su mejor disco diez temas
compuestos por ella misma. En el álbum se alternan bombazos de tremenda
potencia rítmica (Rehab o You know I'm no good) con sutiles baladas de aire
Motown (como Me and Mr. Jones).
7. En las letras reflejaba su cínica visión de las relaciones afectivas y su particular inmersión en
el submundo de las drogas y el alcoholismo. Así, en el single Rehab dejaba bien claro que no iba
a ser fácil reconducirla por la senda de la templanza: "Ellos tratan de que vaya a rehab
[rehabilitación] / pero yo digo «no, no, no»". O también: "Bien sé que voy a perder a mi chico, /
así que siempre tengo una botella cerca". No era el mejor ejemplo para los millones de
adolescentes que muy pronto iban a consumir su música.
El que podría haber sido un excelente año para la redención no fue tal. La muerte de su
adorada abuela fue un siniestro presagio. Aunque un nuevo tatuaje que rezaba "Blake"
adornaba su pecho, Alex Claire ocupó por nueve meses el corazón de la cantante. Por
añadidura, el éxito de Back to black resultó un arma de doble filo. Amy, quien hasta entonces
podía mantener con relativa discreción sus excesos, se convirtió de la noche a la mañana en un
rostro hiperpopular cuya progresiva degradación retrataban constantemente los paparazzi.
Comenzó así su dramático historial de cancelaciones y desplantes. En enero de 2007 apareció
completamente borracha en el escenario de la G-A-Y Part y vomitó al terminar el primer tema.
8. En mayo de ese mismo año se casó con Blake en Miami y en noviembre obtuvo el premio
Artist Choice en los MTV Europe Music Awards. Este éxito no pareció suscitar la ilusión de
la cantante, cuya única palabra para los asistentes a la gala fue un escueto "gracias". Hacer
callar a Bono durante una rueda de prensa, pedir 47 botellas de whisky por actuación y
asegurar tranquilamente a la prensa que "padezco desórdenes alimentarios continuos" eran los
típicos comportamientos de una diva en llamas. El ingreso en prisión de Blake por agresión y
desacato a la autoridad no facilitó las cosas.
El año 2008 pareció comenzar bien para Amy. La ceremonia de los Grammy fue un nuevo
paseo triunfal de la londinense, quien, sin embargo, no pudo asistir a la gala en directo porque
le fue denegado el visado. Amy se llevó cinco de los seis premios a los que optaba: mejor álbum
vocal de pop, mejor actuación vocal femenina, mejor artista revelación, mejor canción del año
(Rehab) y mejor álbum. Pero en julio hubo de ser ingresada en un hospital, se dijo que a causa
de un enfisema pulmonar, enfermedad que terminaría con la carrera de cualquier cantante.
Aunque su padre desmintió tal noticia, las fotografías captadas por los periodistas a la salida
del centro mostraban a una Amy completamente ajada.
9. • En los conciertos veraniegos del show itinerante Rock In Rio el público pudo
ver a una Amy dramáticamente mermada en sus facultades vocales. Estática en
el escenario, desafinando y con la mirada perdida (cuando no completamente
bebida, como sucedió en la escala portuguesa), completó como pudo sus
compromisos anuales, después de cancelar conciertos por los que su agencia
tuvo que abonar grandes cantidades en concepto de compensación. Con
veinticinco años recién cumplidos, se decía que la británica estaba inmersa en la
composición del que sería su tercer álbum. En las entrevistas aseguraba sentirse
ilusionada por la próxima puesta en libertad de su marido, con quien esperaba
"tener cinco hijos".
10. • Pero ni el tercer disco ni los hijos habían nunca de llegar. La relación con Blake se
deterioró; Amy Winehouse presentó en 2009 una demanda de divorcio y siguió rodando
por la pendiente del alcohol y las drogas, protagonizando un escándalo tras otro. En junio
de 2009 fue juzgada por agredir a una fan; en agosto de 2010, su conducta en un acto de
inaugarición oficiado por el rey de los Zulúes fue vergonzosa; a ello deben sumarse las
ocasiones en que, víctima de los paparazzis, aparecieron en la prensa fotos suyas en
estado de embriaguez. Ya en 2011, un mes antes de su fallecimiento, se presentó
completamente drogada a un concierto en Belgrado, protagonizando un espectáculo
bochornoso que obligó a cancelar el resto de la funciones. El 23 de julio de 2011 fue hallada
muerta en su apartamento, en el barrio londinense de Camden. Como otras leyendas de la
música (Kurt Cobain, Jimi Hendrix o Janis Joplin), tenía 27 años.