Jesús cambió los corazones de varias personas a través de sus encuentros. Ayudó a Zaqueo a dejar de robar y devolver el dinero, salvó a una mujer de ser apedreada por sus pecados, y curó a una niña enferma que estaba muriendo. A través de estos encuentros, Jesús mostró misericordia y cambió las actitudes de las personas a ser más positivas y generosas.