La tensión superficial de un líquido se refiere a la energía necesaria para aumentar su superficie por unidad de área. A nivel microscópico, se debe a que las fuerzas que afectan a cada molécula son diferentes en el interior del líquido y en su superficie, lo que le da al líquido una resistencia a aumentar su superficie. Esta tensión superficial permite que algunos insectos caminen sobre el agua.