La tecnología puede aumentar la productividad del trabajo humano al automatizar tareas repetitivas y procesar grandes cantidades de datos. Sin embargo, también existe el riesgo de que la automatización elimine puestos de trabajo, por lo que es importante que los gobiernos y las empresas inviertan en la capacitación y la recolocación de los trabajadores para aprovechar al máximo los beneficios de la tecnología sin dejar a nadie atrás.