2. Si por algo Ronda ocupa un lugar en la prosa y en el verso, en la imaginación y en la memoria de artistas célebres y visitantes anónimos, es porque es una ciudad con alma, un alma que impregna como un perfume duradero al que la conoce, un alma que es síntesis alambicada de todos los rincones, de todas las costumbres y de todas las gentes de Andalucía.