2. Vida
Ernesto Sábato nació el 24 de junio de 1911 en la ciudad
de Rojas, Argentina, hijo de Francisco Sábato y Giovanna María Ferrari.
Realizó sus estudios primarios y de Universidad en La Plata hasta 1929.
En 1933, conoce a Matilde Kusminsky, con la que se casa en 1936.
Tuvo dos hijos, Mario y Jorge, aunque este último falleció en un accidente de
tráfico en 1995.
En 1938 obtuvo el Doctorado en Física en la Universidad Nacional de La Plata.
Durante los años 40, aparecieron sus primeros artículos y publicó sus primeros
libros.
En 1997, muere Matilde, su compañera de toda la vida. Ernesto se recluye en
su casa y escribe sus dos últimas obras.
Durante los últimos años padeció neumonía y problemas graves de visión.
Falleció en su hogar en Santos Lugares durante la madrugada del 30 de abril
de 2011, 55 días antes de cumplir 100 años.
3. Obra
Es autor de novelas y ensayos. Comenzó su carrera literaria en 1941,después de abandonar la ciencia para
dedicarse completamente a escribir. Ha sido acreedor de numerosos premios y honores, y en el año
1984, recibió el Premio Cervantes, máximo premio de las letras hispanas.
Novelas:
• El túnel.
• Sobre héroes y tumbas.
• Abaddón el exterminador.
Ensayos:
• Uno y el universo.
• Hombres y engranajes.
• Heterodoxia.
• El caso Sábato. Torturas y libertad de prensa. Carta abierta al general Aramburu.
• El otro rostro del peronismo.
• El escritor y sus fantasmas.
• Tango, discusión y clave .
• Romance de la muerte de Juan Lavalle. Cantar de Gesta.
• Significado de Pedro Henríquez Ureña.
• Aproximación a la literatura de nuestro tiempo: Robbe-Grillet, Borges, Sartre .
• La cultura en la encrucijada nacional.
• Diálogos con Jorge Luis Borges.
• Apologías y rechazos.
• Los libros y su misión en la liberación e integración de la América Latina.
• Nunca más. Informe de la Comisión Nacional sobre la desaparición de personas.
• Entre la letra y la sangre.
• Antes del fin.
• La Resistencia.
• España en los diarios de mi vejez.
4. Sobre héroes y tumbas
" Ya se alejan en medio del polvo, en la soledad mineral,
en aquella desolada región planetaria. Y pronto no se
distinguirán, polvo entre el polvo. Ya nada queda en la
quebrada de aquella Legión, de aquellos míseros restos
de la Legión: el eco de sus caballadas se ha apagado; la
tierra que desprendieron en su furioso galope ha vuelto
a su seno, lenta pero inexorablemente; la carne de
Lavalle ha sido arrastrada hacia el sur por las aguas de
un río (¿para convertirse en árbol, en planta, en
perfume?). Sólo permanecerá el recuerdo brumoso y
cada día más impreciso de aquella Legión fantasma.
"En las noches de luna --cuenta un viejo indio-- yo
también los he visto. Se oyen primero las nazarenas y el
relincho de un caballo. Luego aparece, es un caballo
muy brioso y lo muenta el general, un blanco como la
nieve (así ve el indio al caballo del general). Él lleva un
gran sable de caballería y un morrión alto, de
granadero." (¡Pobre indio, si el general era un rotoso
paisano, con un chambergo de paja sucia y un poncho
que ya había olvidado el color simbólico! ¡Si aquel
desdichado no tenía ni uniforme de granjero ni
morrión, ni nada! ¡Si era un miserable entre
miserables!) Pero es como un sueño: un momento más
y en seguida desaparece en la sombra de la noche,
cruzando el río hacia los cerros del poniente.