1. “ En la pausa no hay música, pero la pausa la ayuda”. (Música)
2. En la melodía de nuestra vida la música es interrumpida aquí y allí por “pausas”... Y nosotros pensamos que la melodía terminó.
3. A veces, Dios nos envía un tiempo de parada forzada. Puede ser una prueba, planes fracasados, o esfuerzos frustrados .
4. Nos lamentamos por ver-nos tan de repente marginados, y que nuestra voz tenga que callarse en la sinfonía de todos los seres.
5. Pero el Maestro continúa marcando el compás, y toma la nota siguiente como si no hubiese habido interrupción alguna.
6. Dios sigue un plan al escribir la música de nuestra vida. Nuestra parte debe ser aprender la melodía y no desmayar en las “pausas”, ellas no están allí para ser omitidas.
7. Es Dios mismo quien marca nuestro compás. En los ojos en Dios, tenemos que proferir la nota que sigue con toda claridad, sin murmurar tristemente. Fue la hora de CALLAR, aparentemente de PERDER.
8. Componer la música de nuestra vida es un proceso lento y trabajoso. Debe pasar tiempo hasta que aprendamos toda la armonía de la composición.
9. Aunque la pausa no dure mucho… también en ella se decide tu vida.
10. Acepta los ritmos de Dios y los de tu débil naturaleza. Esto no sólo te enseña a respetar los distintos ritmos de cada ser, sino que te pone en las manos de AQUÉL que hizo para cada uno, una composición particular.