Este himno expresa la esperanza de la venida del Señor como redentor. Consta de cuatro estrofas que describen cómo Él vendrá a salvar a los que sufren, los santos vivirán eternamente en el cielo mientras Satán es atado en la tierra, los malvados serán juzgados y condenados a la perdición eterna, y finalmente se establecerá un nuevo Edén celestial donde nunca habrá muerte. El coro repite el llamado del alma a la pronta venida del Señor como redentor.

1. Himno N° 183 Promesa dulce

2. Promesa dulce: “Yo vendré, y a los que sufren salvaré”. (I)

3. Responde mi alma: “presto ven; ansioso esperaré”. (I)

4. ¡Ven, Señor, mi redentor! ¡Ven, Señor, mi redentor! (coro)

5. Responde mi alma: “¡Presto ven, Señor, mi redentor!” (coro)

6. Los santos vuelven a vivir,al cielo todos subirán; (II)

7. y en tierra atado años mil ha de quedar Satán. (II)

8. ¡Ven, Señor, mi redentor! ¡Ven, Señor, mi redentor! (coro)

9. Responde mi alma: “¡Presto ven, Señor, mi redentor!” (coro)

10. Desciende entonces la ciudad, los malos levantados son (III)

11. al oír el fallo de su juez: “Eterna perdición”. (III)

12. ¡Ven, Señor, mi redentor! ¡Ven, Señor, mi redentor! (coro)

13. Responde mi alma: “¡Presto ven, Señor, mi redentor!” (coro)

14. El nuevo Edén florecerá en hermosura celestial; (IV)

15. jamás la muerte turbará la playa inmortal. (IV)

16. ¡Ven, Señor, mi redentor! ¡Ven, Señor, mi redentor! (coro)

17. Responde mi alma: “¡Presto ven, Señor, mi redentor!” (coro)