La Madre invita al lirio frágil a acudir a ella para protegerlo con su velo y manto materno de los peligros del mundo. Le ofrece refugio en su corazón de Madre para consolarlo de las amarguras de la vida y darle a conocer a Jesús, quien siempre lo amará aunque todos lo olviden o desprecien. Con su velo virginal y manto real, la Madre velará siempre por el lirio fiel.